MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
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Las Fuerzas Armadas han indicado que siete de los fallecidos pertenecían al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y Yihad Islámica, dos de los grupos armados palestinos que estuvieron detrás de los ataques del 7 de octubre contra suelo israelí y en los que murieron 1.200 personas.
Así, han explicado que entre ellos se encuentra Ghaith Radwan, a quien Israel atribuye un cargo importante dentro de Yihad Islámica. No obstante, medios palestinos apuntan a que Radwan formaría parte de la Brigada de los Mártires de Al Aqsa, el escindido brazo armado del principal partido de la Autoridad Palestina, Al Fatá.
El Ejército ha recalcado que el objetivo principal de su operación era un comandante de Hamás, Zahi Yaser Abdelrazaq Ufi, que según informaciones de la Inteligencia israelí estaba preparando un ataque terrorista con motivo del aniversario del inicio de la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza el 7 de octubre.
En este sentido, han confirmado también su muerte y han descrito al palestino como una "bomba de relojería" que iba a explotar en cualquier momento, según informaciones recogidas por el diario 'The Times of Israel'. "Israel se encuentra alerta ante posibles nuevos ataques de Hamás de cara al aniversario de la masacre, ya sea en Gaza como en Cisjordania", han explicado las fuerzas de seguridad.
Las autoridades palestinas han situado en 18 la cifra de muertos en este último ataque de Israel contra el campamento de Tulkarem. El diario 'Filastin', vinculado a Hamás, ha confirmado el fallecimiento del palestino, al que apodan 'El Diluvio', líder de las Brigadas Al Qassam, el brazo armado de Hamás. Además, ha informado de que dos niños han muerto también en el bombardeo israelí.
El portavoz de la Presidencia de la Autoridad Palestina, Nabil abú Rudeina, ha condenado poco después "la masacre" y ha responsabilizado "plenamente" al Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de las "repercusiones de este atroz crimen" contra el pueblo palestino.
