FLORHAM PARK, Nueva Jersey, EE.UU. (AP) — El quarterback de los Jets de Nueva York Aaron Rodgers aún no está seguro de si tendrá actividad en el último partido de pretemporada, contra los Giants de la misma ciudad, el sábado por la noche.
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Y Rodgers descartó que vaya a tratar de convencer al entrenador Robert Saleh en un sentido u otro.
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Se espera que Rodgers participe en la práctica conjunta de los Jets con los Giants este miércoles. Y si no juega, la sesión de práctica serviría como el último ensayo general antes del primer partido de la temporada regular en San Francisco el 9 de septiembre.
“Si jugamos o no el sábado, ¿quién sabe?” dijo Rodgers. “Si Saleh quiere que lo hagamos, lo haremos”.
Saleh dijo el lunes que los entrenadores discutirían cómo manejarían el tiempo de juego para Rodgers y los titulares después de la práctica conjunta.
“La mayoría de estas prácticas han sido bastante pesadas”, dijo Rodgers. “Asumo que, de acuerdo con la situación, probablemente tenga algún tipo de período de dos minutos. Así que hay buenas oportunidades”.
Rodgers, de 40 años está entrando a su vigésima temporada en la NFL.
“Diría que el campamento es mucho más difícil este año y tal vez el más difícil en los últimos siete u ocho de mi carrera”, dijo Rodgers. “Lo sabía. Al llegar al campamento, tuve una pequeña idea de que eso era lo que Robert quería hacer”.
La próxima jugada de Rodgers en un partido, ya sea de pretemporada o campaña regular, será la primera desde que se rompió el tendón de Aquiles izquierdo tras apenas cuatro jugadas en el primer partido de la temporada pasada contra Buffalo. Se ha visto bien todo el verano, sin mostrar secuelas físicas de la lesión.
“Me siento bien con la condición de mi cuerpo”, dijo. “No he recibido ningún golpe. Eso es lo principal, afortunadamente. Respeto y agradezco mi defensa por eso”.