PARÍS (AP) — A tres semanas de los Juegos Olímpicos, la emoción que se acumulaba en la ciudad sede se combina ahora con ansiedad sobre el futuro político de Francia.
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Los resultados positivos que obtuvo la ultraderechista Agrupación Nacional en la primera ronda de unas elecciones adelantadas han ensombrecido el ambiente para muchos en París, un bastión de izquierda que constituye uno de los pocos lugares en Francia donde el citado partido no tuvo avances.
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“Tan sólo imaginar que la ultraderecha gobierne el país me da ataques de pánico”, expresó Fabienne Martin, de 54 años, luego de almorzar con su hijo en la adinerada Rue de Faubourg Saint-Honoré. “Me emocioné cuando la llama olímpica llegó a Marsella, pero estas elecciones me han matado el estado de ánimo".
Aunque el resultado es incierto, la segunda vuelta de las elecciones legislativas se realizará el 7 de julio y podría marcar un cambio significativo en el panorama político de Francia, encaminando a la Agrupación Nacional de Marine Le Pen a una potencial obtención del poder.
En París, donde la Agrupación Nacional recibió sólo el 10% de los votos en la primera ronda del domingo pasado —en comparación con 33% a nivel nacional—, las perspectivas de que Francia tenga un gobierno de ultraderecha por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial han llamado la atención.
Y la ha restado al hecho de que, por primera vez en 100 años, la ciudad organizará los Juegos Olímpicos.
“Estoy tenso, estresado y ansioso por ver cómo resultarán las cosas”, dijo Marius Rumillat, guionista de 28 años, quien comía un croissant en un café céntrico de París.
Para él, los Juegos Olímpicos se han convertido ahora en un espectáculo secundario.
“Incluso después de las elecciones, no estoy seguro de recuperar el interés”, confesó.
La inauguración de los Juegos Olímpicos está prevista para el 26 de julio, con una ceremonia histórica de cuatro horas que incluirá un desfile de embarcaciones por el Río Sena. La ciudad está pletórica de actividad preparatoria para unos Juegos sin precedentes que incorporarán en su escenografía algunos de los monumentos más famosos del mundo.
Aunque las cuadrillas de construcción siguen trabajando en varias sedes, desde la base de la Torre Eiffel hasta la Plaza de la Concordia, los organizadores insisten en que todo estará listo a tiempo y en que las elecciones no afectarán los preparativos.
“Francia espera un momento democrático relevante”, dijo el jefe del comité organizador Tony Estanguet esta semana. "Tenemos que permanecer en nuestros lugares, de modo que cada ciudadano francés pueda disfrutar los Juegos que espera con ansia".
Estanguet, tricampeón olímpico en canotaje, ha buscado eludir los temas políticos como organizador principal de los Juegos.
Y mientras los parisienses están nerviosos por las elecciones, muchos visitantes extranjeros no parecen enterados ni preocupados por los hechos políticos. Disfrutan contemplando las obras maestras en el Louvre y posan para las fotos frente a los aros olímpicos, al pie de la Torre Eiffel.
“Creo que a la mayoría de la gente le importan los Olímpicos, no la política”, comentó Young Mook Park, turista surcoreana de 44 años, quien se estiró detrás de una valla que delimitaba una zona de construcción, a fin de tomar una foto del histórico Palacio del Ayuntamiento de París.
El presidente Emmanuel Macron convocó a las elecciones adelantadas tras una derrota a manos de la Agrupación Nacional el mes pasado, en las elecciones del Parlamento Europeo. Apostó a que la ultraderecha no repetiría su éxito en unos comicios nacionales.
Los planes resultaron contraproducentes, y ahora Macron trata de evitar desesperadamente que el partido de Le Pen gane una mayoría absoluta en la segunda vuelta.