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Los líderes de Rusia y China se reúnen en una cumbre de seguridad regional

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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, estrecha la mano del presidente de China, Xi Jinping, en una cumbre en un aparte de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, en Astaná, el miércoles 3 de julio de 2024. (Sergei Guneyev, Sputnik AP (Sergei Guneyev/AP)

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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el presidente de China, Xi Jinping, asistieron el jueves a la cumbre de un grupo de seguridad creado por Moscú y Beijing para hacer frente a las alianzas occidentales.

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Putin y Xi se sumaron a los líderes de otros países que son miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO, por sus siglas en inglés) y su reunión anual en la capital de Kazajistán, Astaná.

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China, Rusia y cuatro naciones exsoviéticas de Asia Central —Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán— formaron el grupo en 2001 para fomentar la seguridad regional y cooperación económica. Más tarde se unieron India, Pakistán e Irán. Bielorrusia, aliada y vecina occidental de Rusia, se sumó al grupo el jueves.

Entre los estados observadores y socios de diálogo están Turquía, Arabia Saudí y Egipto.

En su discurso, Putin recalcó el énfasis del grupo en garantizar la seguridad de sus miembros y recalcó que la SCO formará un centro especializado en coordinar la repuesta a distintos desafíos de seguridad. Añadió que los miembros del grupo también apoyarán un programa especial para combatir el separatismo y el extremismo.

Xi pidió a los miembros de la SCO que muestren solidaridad ante “los desafíos reales de intervención y polarización”, según una transcripción de su discurso difundida por la agencia de noticias Xinhua.

“Ante la amenaza real de la mentalidad de Guerra Fría, tenemos que salvaguardar el equilibrio de seguridad”, añadió.

Además de Putin y Xi, y el anfitrión de la cumbre, el presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokayev, a la cita del jueves asistieron el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif; el presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev; el presidente de Tayikistán, Emomali Rakhmon; el presidente de Kirguistán, Sadyr Zhaparov, y el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko.

Irán aún no ha elegido al sucesor del presidente Ebrahim Raisi, que murió en un choque de helicóptero en mayo, y celebra la segunda vuelta electoral el viernes, de modo que acudirá el presidente en funciones, Mohammad Mokhbar.

Otros invitados a la cita eran el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev.

También acudiría el secretario general de la ONU, António Guterres, que está de visita en Asia Central.

El primer ministro de India, Narendra Modi, envió a su ministro de Exteriores. Medios en India especularon con que el recién reelegido Modi estaba ocupado con la sesión parlamentaria que comenzó la semana pasada.

Para Putin, la cumbre ofrecía otra sede para demostrar el fracaso de los esfuerzos occidentales de aislar a Rusia por su invasión de Ucrania emprendida en 2022.

En declaraciones en la cumbre, Putin recordó su comentario de junio sobre que las hostilidades podrían terminar si Ucrania retira sus tropas de las cuatro regiones que Moscú se anexionó en 2022 y abandona sus planes de entrar en la OTAN. Kiev y sus aliados han rechazado la idea.

Putin también dio las gracias a los miembros de la SCO por sus propuestas para un acuerdo de paz, y dijo que Moscú las tendría en cuenta.

Moscú ha elogiado un plan de paz para Ucrania presentado por China el año pasado, que fue rechazado por Ucrania y Occidente porque no pedía la retirada rusa de zonas ocupadas de Ucrania.

En una cumbre con Xi el miércoles, Putin elogió la organización como “uno de los pilares clave de un orden mundial justo, multipolar” y dijo que los lazos entre Moscú y Beijing pasan por “el mejor periodo de su historia”.

Era su segunda reunión en otros tantos meses, tras la visita de Putin a China, que subrayó el apoyo político de Beijing a Moscú en medio de sanciones occidentales y el papel de China como mercado importante para el gas y el petróleo rusos. Rusia también ha dependido de Beijing como fuente principal de importaciones de alta tecnología para mantener en marcha su maquinaria militar.

La SCO ayuda a China a proyectar su influencia, especialmente en Asia Central y el sur global. Xi pidió la semana pasada “puentes de comunicación” entre países y quiere promocionar más a China como alternativa a Estados Unidos y sus aliados.

Para la anfitriona Kazajistán y las otras naciones de Asia Central, la reunión es una forma de ampliar su cooperación con países vecinos más grandes y poderosos. Por ejemplo Kazajistán suele tratar tanto con Rusia como con China, además de buscar lazos con Occidente.

En su discurso de apertura de la cumbre, Tokayev describió la SCO como “una de las estructuras internacionales más influyentes” del mundo.

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