Noticias

Cachorra de león de 6 meses llega a santuario en Sudáfrica tras ser rescatada en Líbano

PAARL, Sudáfrica (AP) — Freya, una cachorra de león de 6 meses de edad rescatada del comercio de animales salvajes en el Líbano, sacó su curiosa nariz de su transportadora y olfateó el aire. Satisfecha, dio sus primeros pasos en su nuevo hogar en un santuario de Sudáfrica.

La reubicación de Freya en el Parque de Leones Drakenstein es sólo un éxito parcial.

Nunca vivirá como un león en libertad. Drakenstein, que ha acogido a otros leones de zoológicos y circos de Francia, Chile, Rumania y otros países, le ha dado refugio de por vida. Algunos tienen terribles historias de maltrato, como se indica en los carteles del santuario: Ares estaba ciego y abandonado cuando fue rescatado. Brutus había recibido tantos golpes que tenía la mandíbula fracturada.

Pero mientras Freya se adapta en el Drakenstein, los grupos de defensa de los animales han vuelto a llamar la atención sobre la posición contradictoria de Sudáfrica en lo que respecta a la especie que a menudo simboliza la vida silvestre africana.

Sudáfrica, con una admirable reputación en materia de conservación y santuarios éticos como el Drakenstein, también tiene un próspero negocio de leones en cautividad donde se crían los grandes felinos para mascotas y otros fines, pero también para matarlos en experiencias de “caza enlatada” o para el comercio de huesos de león.

Sudáfrica cuenta con un permiso especial de la CITES para exportar huesos y esqueletos de león, sobre todo al sureste asiático para su uso en medicina tradicional. También es legal la caza enlatada, en la que se persigue a los leones y se les dispara en recintos sin posibilidad de una persecución justa o de escapar.

Los grupos de defensa de los animales han presionado para que se ponga fin a la cría de leones en cautiverio. El gobierno sudafricano anunció hace poco que planea cerrar la industria y se espera que tarde de dos a tres años si no hay impugnaciones legales.

En Sudáfrica hay más de 300 instalaciones de leones en cautiverio que tienen más de 7.000 ejemplares. Esta cifra duplica el número de leones en libertad en Sudáfrica. Los activistas contra este negocio afirman que debería quedar más claro a los visitantes que la gran mayoría de los leones sudafricanos viven en jaulas en la mayor industria de leones cautivos del mundo.

En cuanto a Freya, sus salvadores esperan que acabe estableciendo lazos afectivos y viva en el mismo recinto que Pi, un cachorro macho que creen que es su hermano y que fue traído del Líbano en abril.

Lo Último