JERUSALÉN (AP) — El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu disolvió su gabinete de guerra el lunes, una medida que consolida su influencia sobre la guerra entre Israel y Hamás y que disminuye las probabilidades de que haya pronto un cese del fuego en la Franja de Gaza.
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Netanyahu anunció la medida algunos días después de que su principal rival político, Benny Gantz, dejara el gabinete de guerra, el cual estaba integrado por tres miembros. Gantz, un general retirado y miembro del Parlamento, era considerado una voz más moderada.
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Ahora las políticas de guerra más importantes serán aprobadas solamente por el gabinete de seguridad de Netanyahu, un organismo de mayor tamaño en el que predominan los funcionarios de línea dura que se oponen a una propuesta de cese del fuego respaldada por Estados Unidos y quieren seguir adelante con la guerra.
Se prevé que Netanyahu consulte algunas decisiones con aliados cercanos en reuniones ad hoc, dijo un funcionario israelí, el cual habló a condición de guardar el anonimato porque carecía de autorización para declarar ante los medios de comunicación.
Estas reuniones a puerta cerrada podrían mitigar algo de la influencia de los funcionarios de línea dura. Pero el mismo Netanyahu ha mostrado poco entusiasmo por el plan de cese del fuego, y el hecho de recurrir al gabinete de seguridad completo podría darle cobertura para dilatar una decisión.
A continuación presentamos antecedentes clave del gabinete de guerra, y lo que significa su disolución para las perspectivas de un cese del fuego:
El gabinete de guerra fue formado tras el ataque de Hamás a Israel del 7 de octubre de 2023, cuando Gantz, líder de un partido de oposición, se sumó a Netanyahu y al ministro de Defensa, Yoav Gallant, en una muestra de unidad.
En esa momento, Gantz exigió que un órgano pequeño de toma de decisiones dirigiera la guerra con el propósito de marginar a los miembros de extrema derecha del gobierno de Netanyahu.
Pero Gantz dejó el gabinete este mes tras crecientes tensiones debido a la estrategia de Israel en Gaza.
Dijo que estaba harto por la falta de avances para traer al país a las docenas de israelíes que están en manos de Hamás. Acusó a Netanyahu de alargar la guerra con el fin de evitar que haya nuevas elecciones y un juicio por corrupción en contra suya. Y exhortó al primer ministro a respaldar un plan que —entre otros puntos— rescataría a los cautivos y pondría fin al gobierno de Hamás en Gaza.
Cuando Netanyahu no expresó su respaldo al plan, Gantz anunció su salida. Dijo que “decisiones estratégicas cruciales” en el gabinete estaban siendo “recibidas con titubeos y dilaciones debido a miramientos políticos”.
La disolución del gabinete de guerra sólo distancia aún más a Netanyahu de los políticos centristas más abiertos a alcanzar un acuerdo de cese del fuego con Hamás.
En meses de conversaciones para un tregua no se ha logrado hallar terreno común entre Hamás y los dirigentes israelíes. Israel y Hamás se han mostrado renuentes a apoyar totalmente un plan respaldado por Estados Unidos que incluiría el regreso de rehenes, allanaría el camino para dar fin a la guerra e iniciaría las labores de reconstrucción del diezmado territorio.
Ahora Netanyahu se apoyará en los miembros de su gabinete de seguridad, algunos de los cuales se oponen a acuerdos de cese del fuego y han expresado su respaldo a reocupar Gaza.
Tras la salida de Gantz, el ministro ultranacionalista de seguridad nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, exigió ser incluido en un nuevo gabinete de guerra. La medida del lunes podría ayudar a mantener a Ben-Gvir a cierta distancia, pero no puede marginarlo totalmente.
La medida también le da a Netanyahu margen de maniobra para alargar la guerra con el fin de permanecer en el poder. Los críticos del primer ministro lo acusan de aplicar tácticas dilatorias, ya que el fin de la guerra significaría implementar una investigación sobre los fallos del gobierno el 7 de octubre y elevaría la probabilidad de que haya nuevos comicios en un momento en que la popularidad de Netanyahu es baja.
“Significa que él tomará todas las decisiones, o con personas en las que confía y que no lo desafían”, dijo Gideon Rahat, presidente de la facultad de ciencias políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén. “Y a él le interesa tener una guerra de desgaste que se desenvuelva lentamente”.