LONDRES (AP) — El primer ministro escocés Humza Yousaf renunció el lunes en lugar de enfrentarse a una moción de censura, apenas días después de descartar una coalición con el Partido Verde al rechazar una meta para el combate contra el cambio climático.
Yousaf, cuyo Partido Nacional Escocés se ha visto debilitado por un escándalo sobre manejo de fondos de campaña y discrepancias en torno a los derechos para los transgénero, renunció luego de no poder llegar a un acuerdo con un partido nacionalista cuyo único escaño le habría dado una mayoría en el parlamento regional.
Al no tener posibilidad de ganar, Yousaf renunció en vez de enfrentar una derrota esta semana, cuando el parlamento escocés iba a votar sobre mociones de censura hacia Yousaf y su gobierno.
“Tras pasar el fin de semana reflexionando sobre lo que es mejor para mi partido, para el gobierno y para el país que dirijo, he llegado a la conclusión de que reparar las relaciones en el ámbito político se podrá lograr solo con otra persona a cargo”, dijo Yousaf a reporteros. “Por ende, le he informado al secretario nacional del partido sobre mi intención de renunciar como líder del partido”.
La debacle en Escocia es parte del convulsionado clima político en el Reino Unido, donde debates sobre inmigración, atención médica y gasto público han socavado el apoyo hacia el gobernante Partido Conservador.
Votaciones de censura de conservadores y laboristas
Los conservadores y los laboristas opositores habían propuesto, cada uno por su cuenta, votaciones de censura a fin de debilitar al PNE antes de las elecciones parlamentarias del Reino Unido que están fijadas para este año. El PNE domina el mundo político escocés desde hace unas dos décadas y actualmente tiene 43 de los 59 escaños para el país en el parlamento del Reino Unido.
El jueves, Inglaterra y Gales realizarán elecciones locales que son consideradas barómetro del apoyo popular al gobierno.
En un esfuerzo por salvar a su gobierno, Yousaf le había escrito a todos los líderes partidistas, solicitando reuniones por separado para hablar de sus inquietudes “con la esperanza de que sea en un espíritu constructivo”.
Teniendo en contra todos los demás partidos, la apretada matemática electoral escocesa implicó que la suerte de Yousaf dependía del pequeño Partido Alba, que tiene solo un escaño en el parlamento. El PNE tiene 63 de los 128 parlamentarios con derecho a voto, lo que dejaba a Yousaf con un voto menos de los necesarios para ganar.