RÍO DE JANEIRO (AP) — Un sospechoso fue detenido por el brutal asesinato en Brasil de un comerciante estadounidense de arte que era copropietario de una destacada galería de Manhattan, informó la policía el jueves.
Brent Sikkema, de 75 años, fue hallado muerto el lunes en su apartamento de Río de Janeiro con 18 puñaladas en el cuerpo.
La policía del estado de Río detuvo a un hombre al que identificó como Alejandro Triana Trevez cerca de la ciudad de Uberaba, en el vecino estado de Minas Gerais. El hombre, que según medios locales es cubano, estaba prófugo y fue hallado mientras descansaba en una gasolinera.
La policía indicó que Trevez presuntamente se llevó 3.000 dólares del apartamento de Sikkema. El director de la unidad de homicidios de la policía estatal, Felipe Curi, dijo a la emisora CBN Rio que se maneja la hipótesis de que se trató de un robo que degeneró en asesinato.
“Los resultados preliminares de nuestra investigación indican que Alejandro (Trevez) vino de Sao Paulo específicamente para cometer este crimen”, precisó Curi. Luego regresó a Sao Paulo, lo que llevó a los investigadores a creer que tenía “algún tipo de información privilegiada”.
La policía obtuvo una orden de detención de 30 días contra Trevez, que según Curi le permitirá explorar otras pistas y responder preguntas como, por ejemplo, si los dos hombres se conocían.
Sikkema Jenkins & Co., fundada en 1991, exhibe obras de Jeffrey Gibson, Arturo Herrera, Sheila Hicks, Vik Muniz, Kara Walker y otros artistas en la calle 22 de Manhattan, cerca de los embarcaderos de Chelsea.
Sikkema inició su carrera en 1971 en el Visual Studies Workshop de Rochester, Nueva York, un organismo sin fines de lucro dedicado a la educación artística en el que era director de exhibiciones. Abrió su primera galería en Boston en 1976.
En 2021, durante un viaje a Zurich, Sikkema se autodenominó en Instagram como “un tipo algo caótico”, y dijo que sus destinos preferidos eran Brasil y Cuba.
El artista brasileño Vik Muniz, cuya obra se ha expuesto en la galería de Sikkema, rindió homenaje a la gran “humanidad” de su amigo.
“He pasado más de treinta años de mi vida intentando inútilmente emular sus malabarismos de intrepidez, amabilidad y sofisticación”, escribió Muniz debajo de una foto de su madre y Sikkema que publicó esta semana en Instagram. “Brent disfrazaba sus defectos con humor, con la misma gracia con la que escondía su inmenso talento detrás de la humildad”.
“Le debo mucho de lo que soy como artista, y con él, parte de eso parece haber desaparecido para siempre”, escribió Muniz.