DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — En los ajetreados salones donde se celebran las negociaciones climáticas globales, el excampesino de Malawi Joseph Kenson Sakala comparte la historia de cómo la explotación de los combustibles fósiles trastocó su vida, y espera que los negociadores escuchen las numerosas historias parecidas y tomen medidas firmes para recortar el consumo del carbón, el petróleo y el gas que calientan el planeta.
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Sakala cultivaba maíz y producía suficiente para mantener a su familia y ayudar a alimentar a su comunidad de Mchinji. Pero se vio obligado a dejarlo por la contaminación del agua y la tierra provocadas por la minería del carbón en su país de África oriental, explicó. Sakala ayuda ahora a dirigir una organización no gubernamental, Jóvenes por el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible, que ayuda a los campesinos a adaptarse al cambio climático.
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“La crisis climática y los daños debidos a la extracción de combustibles fósiles me destruyeron”, dijo Sakala. “Ahora, en Malawi, sólo hay unas pocas personas ricas que ganan dinero a expensas de muchos que sufren como nosotros”.
En la cumbre COP28 en Dubái, Sakala, de 34 años, contó su historia en una reunión de países africanos, habló con líderes nepalíes que presiden el grupo de Países Menos Desarrollados y ofreció un acto sobre los efectos de la extracción de combustibles fósiles en comunidades vulnerables. Los problemas de salud que sufre su comunidad derivados de la polución llegarán a otros a menos que los líderes acuerden abandonar los combustibles fósiles, afirmó.
El destino de los combustibles fósiles es el tema clave de las conversaciones auspiciadas por Naciones Unidas. Activistas y expertos afirman que abandonarlos con rapidez es la única forma de reducir las emisiones a tiempo para evitar un calentamiento peligroso. Algunas naciones ricas en petróleo, por el contrario, abogan por una transición más lenta y sin final establecido.
Alice McGown, especialista en mapas y que ha trabajado para identificar combustibles fósiles en zonas protegidas para la campaña sin fines de lucro Leave it in the Ground ("Déjenlos bajo tierra"), dijo que impedir la extracción de esos combustibles evitaría daños por cambio climático valorados en billones de dólares. También resulta esencial para mantener el límite de 1,5º Celsius (2,7º Fahrenheit) de calentamiento desde la era preindustrial que reclama el Acuerdo de París.
“Está claro que la inmensa mayoría de los combustibles fósiles debe quedarse sin quemar. La Agencia Internacional de la Energía ha señalado a la incompatibilidad de nuevos proyectos de extracción de combustibles fósiles con lo objetivos de París y mantener los combustibles fósiles bajo tierra se ha descrito como el próximo gran paso en política climática”, dijo.
Soumya Dutta, investigador y activista, describió el impacto que podría tener la minería de carbón en un bosque en el centro de India que acoge comunidades tribales y un rico ecosistema. Las labores de minería ya se han cobrado un precio en Hasdeo Arand, un bosque de unos 1.700 kilómetros cuadrados (656 millas cuadradas) y se espera que continúen.
“El impacto lo acusarían no sólo los grupos indígenas, sino la biodiversidad también”, dijo Dutta. “El bosque de Hasdeo Arand es el hogar de 82 especies de aves, 167 variedades de vegetación de las que 18 se consideran amenazadas, y especies amenazadas de mariposas. El bosque es un hábitat y un importante corredor migratorio para los elefantes, y se han confirmado avistamientos de tigres”.
La mayoría de la energía en India procede del carbón y el petróleo, y el país es reacio a comprometerse a abandonarlo por completo, indcó Dutta, coordinador clave del Movement for Advancing Understanding on Sustainability And Mutuality, una coalición con sede en India de más de 40 organizaciones y redes que trabajan en sostenibilidad.
Esa resistencia existe pese las pruebas de incremento de los fenómenos meteorológicos extremos —sequías, inundaciones y olas de calor— que han golpeado India y otros países en los últimos años, señaló.
Kjell Kuhne, director de la Leave it in the Ground Initiative, ha señalado que el país anfitrión de la COP28, Emiratos Árabes Unidos, planea un gran proyecto de explotación en la Reserva Marina de la Biosfera de Marawah, la zona marina protegida más grande del golfo. Esto es una “enorme contradicción”, señaló, al mismo tiempo que los países se reunían en Dubái para tratar de buscar el modo de evitar un cambio climático desastroso.
“Las perforaciones aún no han comenzado y por eso estamos aquí, porque si EAU aspira a un papel de liderazgo en ciertos campos, esto es algo que no debe hacerse, y debe haber un movimiento definitivo hacia el abandono completo (de los combustibles fósiles)”, afirmó.
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NOTA DEL EDITOR: Este artículo forma parte de una serie producida dentro del Programa de Periodismo Climático de India, una colaboración entre The Associated Press, el Centro Stanley para la Paz y la Seguridad y el Press Trust of India.
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La cobertura climática y medioambiental de Associated Press recibe apoyo de varias fundaciones privadas. AP es la única responsable de todo su contenido.