BOGOTÁ (AP) — El presidente colombiano, Gustavo Petro, designó el lunes a una exguerrillera como nueva jefa de la delegación en la mesa de diálogo con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional cuando la negociación atraviesa una crisis a raíz del secuestro de los padres del futbolista Luis Díaz.
PUBLICIDAD
La nueva encargada es Vera Grabe Loewenherz, quien hizo parte de la antigua guerrilla M-19, la misma en la que militó Petro durante su juventud.
PUBLICIDAD
Grabe, antropóloga y doctora en Paz, Conflicto y Democracia, hizo parte de la guerrilla desde 1974 hasta 1990, cuando el grupo ilegal firmó un acuerdo de paz con el Estado y dejó las armas.
Después fue congresista, sirvió como agregada de derechos humanos en la Embajada de Colombia en España, fue socia fundadora de un observatorio de paz, docente y se involucró en el proceso de paz entre el Estado y la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Grabe Loewenherz, de 72 años e hija de padres alemanes, reemplazará en el cargo a Otty Patiño, cofundador de la extinta guerrilla M-19, quien asumió como jefe negociador desde noviembre de 2022.
Entonces el gobierno del izquierdista Gustavo Petro reanudó el diálogo con el ELN, luego de más de tres años de suspensión por un ataque con explosivos en el que murieron más de 20 personas.
El decreto presidencial con su designación, fechado el lunes, detalla que el cambio de representante del gobierno ante el ELN se da debido a que Patiño fue nombrado el 5 de diciembre como alto comisionado de paz, una oficina que tiene a su cargo todas las negociaciones con actores armados de la política gubernamental “paz total”.
Petro se ha propuesto entablar diálogos y acercamientos simultáneos con bandas urbanas y diversos grupos armados. La del ELN es la mesa más adelantada al pasar por su quinto ciclo de diálogo en México, seguida de la mesa con la disidencia Estado Mayor Central, fundada por quienes no firmaron en 2016 el acuerdo de paz con las FARC.
Las negociaciones con el ELN se sumieron en una crisis desde el secuestro a finales de octubre de Cilenis Marulanda y Luis Manuel Díaz Jiménez, padres del jugador del seleccionado colombiano y del club inglés Liverpool. La madre recuperó la libertad el mismo día, mientras que el padre estuvo cautivo 12 días.
Aunque el ELN lo liberó y aseguró que se trató de un “error”, desde entonces el gobierno les ha exigido poner fin a los secuestros, una práctica que la guerrilla justifica como parte de “operaciones de finanzas” con las que sostienen su accionar ilegal.
