MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Los zimbabuenses acuden a las urnas este sábado en unas elecciones especiales para ocupar unos 14 escaños abandonados por diputados de la opositora Coalición Ciudadana por el Cambio (CCC) en circunstancias enormemente confusas que no se explican ni desde el propio partido.
Todo comenzó el 3 de octubre, cuando un individuo llamado Sengezo Tshabangu, que decía ser secretario general del partido, anunció la salida inmediata de una veintena de legisladores en una carta dirigida al presidente del Parlamento, Jacob Mudenda.
Sucede no obstante que nadie del partido sabe quién es Tshabangu, al que acusan de ser una especie de "agente encubierto" del Gobierno. A pesar de que el partido pidió a Mudenda que se desentendiera de la misiva, el presidente del Parlamento acabó activando el mecanismo de salida de los legisladores.
Es más, el pasado día 7, el Alto Tribunal del país impidió que los diputados afectados por lo ocurrido pudieran volver a presentarse a los comicios, mientras que el partido del Gobierno, el ZANU-PF, asegura que no tiene nada que ver con esta crisis.
No obstante, estas elecciones podrían representar la victoria que Mnangagwa necesita para obtener una mayoría cualificada en la cámara: en las últimas elecciones su ZANU-PF se alzó con 177 escaños por 76 de la oposición de la CCC.
Esta supermayoría, que obtendría si gana diez asientos, le capacitaría para deshacer a su antojo la legislación actual en el país.
Mnangagwa --quien accedió al poder tras el golpe de Estado de 2017 contra Robert Mugabe--, obtuvo un segundo mandato tras imponerse en las presidenciales celebradas en agosto con un 52 por ciento de los votos, en medio de las denuncias de fraude por parte del líder de la CCC, Nelson Chamisa, quien se hizo con el 44 por ciento de los apoyos.