MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
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Tras recordar que el Consejo de Seguridad pidió en la Resolución 2712 "aumentar el suministro de dichos suministros para satisfacer las necesidades humanitarias de la población civil, especialmente los niños", Guterres ha lamentado "profundamente informar al Consejo que, en las condiciones actuales sobre el terreno, el cumplimiento de este mandato se ha vuelto imposible".
En este sentido, el secretario general ha lamentado que el único punto de acceso por Rafá, en la frontera con Egipto, "no está diseñado para la entrada de cientos de camiones y constituye un importante cuello de botella". En el mejor de los casos, "los intensos bombardeos y hostilidades, las restricciones israelíes a la circulación, la escasez de combustible y las comunicaciones interrumpidas hacen imposible que las agencias de la ONU y sus socios lleguen a la mayoría de las personas necesitadas".
Por todo ello, "ya no existen las condiciones para la entrega efectiva de ayuda humanitaria", ha señalado Guterres en el comienzo de la sesión de deliberaciones del Consejo de Seguridad antes de la votación sobre la propuesta de Guterres, que podría tener lugar como muy pronto en torno a las 23.30 (hora peninsular española).
Así pues, Guterres ha esgrimido que su petición al Consejo de Seguridad ha tenido lugar dado que la situación se encuentra "al borde de un punto de ruptura". "Existe un alto riesgo de colapso total del sistema de apoyo humanitario en Gaza, lo que resultaría en una ruptura total del orden público y una mayor presión para el desplazamiento masivo hacia Egipto, con devastadoras consecuencias para la región", ha zanjado.
Guterres ha argumentado que este colapso esta "fundamentalmente relacionado" con una "total falta de seguridad del personal humanitario de la ONU en Gaza" con "la naturaleza y la intensidad de las operaciones militares (de Israel) que están limitando gravemente el acceso a la ayuda a la personas que tan desesperadamente lo necesitan".
Sobre este tema, el secretario general de la ONU entiende que la "amenaza a la seguridad del personal de las Naciones Unidas en Gaza no tiene precedentes" tras constatar que "más de 130 de mis colegas ya han sido asesinados, muchos de ellos con sus familias" en lo que se trata de la "mayor pérdida de vidas en la historia de nuestra organización".
"El pueblo de Gaza está mirando hacia el abismo", ha concluido Guterres, antes de pedir a la comunidad internacional que "haga todo lo posible para poner fin a esta terrible experiencia". "Los ojos del mundo, y los ojos de la Historia, están puestos en nosotros. Es hora de actuar", ha remachado.