MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
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Un equipo internacional de investigadores dirigido por la Universidad de Newcastle (Reino Unido) ha descubierto que, a medida que el hielo y el metano congelados se derriten, éste se libera y se desplaza desde las partes más profundas del talud continental hasta el borde de la plataforma submarina.
Incluso descubrieron una bolsa que se había desplazado 40 kilómetros. Según publican en la revista 'Nature Geoscience', esto significa que, como consecuencia del calentamiento del clima, podría liberarse a la atmósfera una cantidad mucho mayor de metano, un potente gas de efecto invernadero.
El hidrato de metano, también conocido como 'hielo de fuego', es una estructura parecida al hielo que se encuentra enterrada en el fondo del océano y que contiene metano. Grandes cantidades de metano se almacenan como metano marino bajo los océanos. Se descongela cuando los océanos se calientan, liberando metano a los océanos y a la atmósfera --conocido como metano disociado--, lo que contribuye al calentamiento global.
Los científicos utilizaron técnicas avanzadas de imagen sísmica tridimensional para examinar la parte del hidrato que se disoció durante el calentamiento climático frente a las costas de Mauritania, en el noroeste de África. Identificaron un caso concreto en el que el metano disociado migró más de 40 kilómetros y se liberó a través de un campo de depresiones submarinas, conocidas como pockmarks, durante pasados periodos cálidos.
El autor principal, el profesor Richard Davies, Pro-Vice-Canciller, Global y Sostenibilidad, de la Universidad de Newcastle, asegura en un comunicado que "fue un descubrimiento de confinamiento Covid. Revisé imágenes de estratos justo debajo del fondo marino moderno frente a las costas de Mauritania y tropecé más o menos con 23 pockmarks --recuerda en un comunicado--. Nuestro trabajo demuestra que se formaron porque el metano liberado por el hidrato, procedente de las partes más profundas del talud continental, se vació en el océano. Los científicos pensaban hasta ahora que este hidrato no era vulnerable al calentamiento climático, pero hemos demostrado que una parte sí lo es".
Los investigadores han estudiado anteriormente cómo los cambios en la temperatura del agua del fondo cerca de los márgenes continentales pueden afectar a la liberación de metano de los hidratos. Sin embargo, estos estudios se centraban principalmente en zonas donde sólo se localiza una pequeña parte de los hidratos de metano mundiales. Éste es uno de los pocos que investigan la liberación de metano desde la base de la zona de estabilidad de los hidratos, que se encuentra a mayor profundidad bajo el agua. Los resultados muestran que el metano liberado desde la zona de estabilidad del hidrato recorrió una distancia significativa hacia tierra.
El Profesor Christian Berndt, Jefe de la Unidad de Investigación de Geodinámica Marina de GEOMAR, en Kiel, Alemania, resalta que "se trata de un descubrimiento importante. Hasta ahora, los esfuerzos de investigación se centraban en las partes menos profundas de la zona de estabilidad de los hidratos, porque pensábamos que sólo esta porción era sensible a las variaciones climáticas".
"Los nuevos datos muestran claramente que pueden liberarse volúmenes mucho mayores de metano de los hidratos marinos y realmente tenemos que llegar al fondo de este asunto para comprender mejor el papel de los hidratos en el sistema climático", añade.
El metano es el segundo gas de efecto invernadero antropogénico más abundante después del dióxido de carbono (CO2). Según datos de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos, representa alrededor del 16% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Así, los resultados del estudio pueden desempeñar un papel clave para ayudar a predecir y abordar el impacto del metano en nuestro clima cambiante.
El equipo tiene previsto seguir buscando indicios de respiraderos de metano a lo largo del margen e intentar predecir dónde es probable que se produzcan filtraciones masivas de metano a medida que calentemos el planeta. Los investigadores planean ahora un crucero científico para perforar las marcas de viruela y ver si pueden relacionarlas más estrechamente con fenómenos climáticos de calentamiento pasados.