AUSTIN, Texas, EE.UU. (AP) — Una mujer embarazada en Texas cuyo feto tiene un defecto terminal le pidió a un tribunal el martes que le permita abortar, en lo que sus abogados califican como la primera demanda de su tipo desde que la Corte Suprema eliminó el año pasado el derecho a una mujer de terminar su embarazo.
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Texas es uno de 13 estados que prohíben el aborto en casi todas las etapas de gestación. Si bien Texas permite algunas excepciones, médicos y mujeres han argumentado en los tribunales que la ley es tan restrictiva y tan imprecisa que los médicos son renuentes a practicar abortos por temor a ser enjuiciados.
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Kate Cox, de 31 años, tiene 20 semanas de embarazo y sus médicos le han dicho que el bebé probablemente morirá al nacer o a lo máximo vivirá unas pocas semanas, según la demanda presentada en Austin. Añade que los médicos le han dicho que tienen “las manos atadas” debido a la prohibición en Texas sobre abortos.
“Kate Cox necesita un aborto, y lo necesita ahora”, dice la demanda.
Voceros de la fiscalía general de Texas, que ha defendido la prohibición ante los tribunales, no han respondido a mensajes pidiéndoles comentario.
Molly Duane, abogada de Cox que trabaja para el Center for Reproductive Rights, dijo el martes que hasta el momento no se ha fijado una audiencia ante un tribunal, pero que ello podría ocurrir esta semana.
La demanda fue presentada una semana después que la Corte Suprema de Texas escuchó argumentos sobre si la prohibición es excesiva para casos de mujeres con embarazos complicados. El caso es uno de los desafíos más grandes a las prohibiciones sobre abortos en Estados Unidos, aunque un fallo del tribunal totalmente compuesto por republicanos podría tardar meses.
Cox tuvo a dos hijos previos vía cesárea. Se enteró en agosto que estaba embarazada y pocas semanas después los médicos le dijeron que su bebé tenía alto riesgo de tener una condición llamada trisomía 18, que conlleva un alto riesgo de pérdida del embarazo, muerte al nacer o poco tiempo de vida, según la demanda.
Los médicos le dijeron a Cox que si el bebé muere en el vientre, la labor de parto podría causarle ruptura uterina debido a las cesáreas previas, y que otra cesárea podría poner en peligro su capacidad para tener otro hijo.