BRUSELAS, 1 (EUROPA PRESS)
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
La ejecución de Hamidreza Azari, que tenía 17 años y había sido acusado de cometer un asesinato, supone aparentemente la primera aplicación de la pena capital sobre un menor de edad en un año, el de 2023, que acumula ya al menos 600 casos en Irán.
"La pena de muerte es un castigo cruel e inhumano, que no sirve como elemento para disuadir los delitos y niega de forma inaceptable la dignidad y la integridad humanas. Es un castigo definitivo que convierte en irreversibles los posibles errores de la Justicia", ha subrayado el Servicio de Acción Exterior de la UE.
La oficina dirigida por Josep Borrell ha advertido a Irán de que, como firmante de la Convención Internacional sobre los Derechos Humanos, no puede imponer este tipo de penas sobre reos que hayan cometido el supuesto delito con menos de 18 años, si bien ha recordado que la postura común de la UE pasa por defender la abolición total de la pena capital, "en línea con la tendencia mundial".