DEIR AL-BALAH, Franja de Gaza (AP) — Los mediadores internacionales parecían avanzar el miércoles en lograr la prolongación de la tregua en Gaza, alentando a los milicianos de Hamás a seguir liberando rehenes en canje por presos palestinos y la pausa de la ofensiva israelí por tierra y aire. Caso contrario, el cese de fuego finalizará en el día.
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Hamás liberó a dos mujeres ruso-israelíes que salieron de Gaza el miércoles por la noche, dijo Israel. A esto previsiblemente seguiría el canje de otros 10 rehenes por 30 presos palestinos.
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Israel ha celebrado la liberación de decenas de rehenes en los últimos días y dice que mantendrá la tregua mientras Hamás siga entregando cautivos. Con todo, el primer ministro Benjamin Netanyahu reiteró el miércoles que Israel reanudará su campaña para aniquilar a Hamás, que gobierna Gaza desde hace 16 años y orquestó el mortífero ataque a Israel que detonó la guerra el 7 de octubre.
“Una vez finalizada la fase de regreso de nuestros secuestrados, ¿regresará Israel a la lucha? Mi respuesta es inequívocamente sí”, dijo. “No hay manera de que no regresemos a luchar hasta el final”.
Con estas declaraciones anticipó el arribo del secretario de Estado estadounidense Antony Blinken, quien abogará por nuevas prolongaciones de la tregua y liberación de rehenes.
Semanas de bombardeos intensos y una invasión por tierra demolieron enormes sectores de Gaza y mataron a miles de palestinos. Pero parece no haber afectado el régimen de Hamás, como lo demuestra su capacidad para llevar adelante negociaciones complejas, imponer la tregua a otros grupos armados y organizar la liberación de rehenes. Varios líderes de Hamás, entre ellos Yehya Sinwar, probablemente se han desplazado al sur.
La mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza están apretujados en el sur de la franja, y tres de cada cuatro han perdido sus hogares. La tregua ha provocado una corrida frenética para conseguir provisiones con que alimentar a sus familias, ahora que la tregua ha permitido el ingreso de ayuda en cantidades mayores, pero aún insuficientes. Y por encima de todos pende el miedo a una reanudación de los combates.
Mientras tanto, aumentan las presiones internacionales a favor de una tregua duradera. Una invasión terrestre del sur por Israel para perseguir a Hamás significará probablemente la pérdida mayor de vidas palestinas y una destrucción que Estados Unidos, el principal aliado de Israel, quizás no estaría dispuesto a tolerar.
El gobierno de Joe Biden ha dicho a Israel que si lanza una ofensiva en el sur, debe hacerlo con mucha mayor precisión.
“Hasta dónde estarán dispuestas a llegar las partes en el canje de rehenes por presos para mantener la pausa será puesto a prueba enseguida, pero las presiones e incentivos para mantenerla son más fuertes por el momento que los incentivos para regresar a la guerra”, escribió en X Martin Indyk, exembajador estadounidense a Israel.
El final de la tregua está previsto para después de un canje de rehenes y prisioneros el miércoles.
Diaa Rashwan, jefe del servicio estatal de información de Egipto, dijo que las negociaciones han avanzado y es “altamente probable” que se anuncie una extensión el miércoles. Egipto, junto con Qatar y Estados Unidos, ha cumplido un papel crucial para mediar la tregua original y la extensión de dos días anunciada el lunes.
La guerra comenzó el 7 de octubre con el ataque de Hamás al sur de Israel, que mató a más de 1.200 personas, principalmente civiles. Los milicianos capturaron y se llevaron a Gaza a unas 240 personas, incluidas mujeres, niños, bebés, soldados, ancianos y trabajadores agrícolas tailandeses.
Israel respondió con una campaña aérea en todo Gaza y una invasión terrestre en el norte. Más de 13.300 palestinos han muerto, dos tercios de ellos mujeres y niños, según el ministerio de Salud gazatí, que no distingue entre civiles y militares.
La cuenta real probablemente es mucho más alta, ya que las autoridades la han actualizado esporádicamente desde el 11 de noviembre debido al colapso de los servicios en el norte. El ministerio dice que hay miles de desaparecidos y se teme que haya muertos bajo los escombros.
Israel dice que 77 de sus soldados han muerto en la ofensiva terrestre. Dice que ha matado a miles de milicianos, sin suministrar pruebas.