MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
El sumergible, construido en las instalaciones de Navantia en Cartagena, iba a ser entregado en el primer semestre de 2023, pero finalmente se retrasó, lo que llevó a Robles a advertir en septiembre de que no aceptaría "ningún retraso más" en la entrega.
"Para el Ministerio de Defensa es una exigencia que el submarino esté entregado antes de que acabe el año", insistió en Murcia, subrayando que esperaba que Navantia "cumpliera con su compromiso". No obstante, en aquel momento también trasladó que no tenía constancia de que fuera a producirse retraso alguno.
A principios de este mes, la titular de Defensa confirmó que la Armada recibiría el sumergible este 30 de noviembre, tras constatar que las pruebas estaban saliendo "muy bien hasta la fecha".
El Isaac Peral realizó el hace dos semanas su última prueba de navegación en aguas de Cartagena. Permaneció sumergido y, posteriormente, navegó mar adentro durante la realización de diferentes pruebas.
PROGRAMA S-80
El programa de submarinos convencionales oceánicos S-80 de última generación supone para la Armada española situarse entre las mejor dotadas del mundo en cuanto al arma submarina, y para Navantia colocarse entre los diez países capaces de diseñar y construir submarinos convencionales en todo el mundo.
Se trata de uno de los proyectos tecnológicos más complejos llevado a cabo en España y conlleva un trabajo de ingeniería altamente especializado, ya que la construcción de submarinos implica disponer de una industria naval militar de altísima cualificación técnica.
Asimismo, el programa lleva consigo una gran evolución del tejido industrial y tecnológico de defensa de España, que está a punto de entrar en el selecto grupo de países capaces de construir submarinos. Con un efecto tractor industrial de la comarca de Cartagena, el programa contribuye anualmente con cerca de 2.000 empleos directos y de industria auxiliar y con hasta 7.000 puestos de trabajo de calidad en la región.
El diseño de estos submarinos, con una eslora de 80,8 metros y un diámetro de 7,3 metros, se parece más al de una nave espacial que al de un buque en superficie y está pensado para operar autónomamente y con gran sigilo durante largos periodos de tiempo, gracias a un revolucionario sistema de propulsión independiente de la atmósfera que le permite generar y almacenar energía eléctrica.
Tras el S-81 llegarán otros tres sumergibles que se encuentran en la fase de producción, con diferentes grados de avance. Todos ellos han sido bautizados con nombres de pioneros de la navegación submarina, el S-82 'Narciso Monturol', el S-83 'Cosme García' y el S-84 'Mateo García de los Reyes', que se irán entregando a la Armada entre 2024 y 2028.