MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
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Naciones Unidas ha reclamado este martes 1.800 millones de dólares (cerca de 1.645 millones de euros) para entregar durante 2024 ayuda humanitaria a seis millones de personas en situación de vulnerabilidad en Sudán del Sur, un país en el que la organización internacional considera que contará con nueve millones de personas vulnerables a causa de la crisis.
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"Trabajaremos para apoyar el progreso de la población de cara a la autosuficiencia para que no tengan que seguir dependiendo de la ayuda humanitaria", ha dicho la coordinadora humanitaria de la ONU en Sudán del Sur, Marie-Helene Verney, durante el lanzamiento del Plan de Necesidades y Respuesta Humanitaria 2024 para el país africano.
"Por desgracia, para la mayoría de la población esperamos múltiples 'shocks', incluido el impacto negativo del cambio climático, que seguirá causando graves necesidades durante el año que viene", ha manifestado, antes de incidir que, al contar con "menos fondos" que en 2023, se "priorizará la asistencia para apoyar a comunidades con necesidades más agudas".
Así, Verney ha explicado que "la realidad es que algunas personas tendrán necesidades a las que los trabajadores humanitarios lo podrán responder", por lo que ha incidido en que "es importante que tengan acceso a servicios básicos facilitados por el Estado", en medio de los progresos del Gobierno de unidad para la aplicación del acuerdo de paz de 2018, que ha sufrido numerosos retrasos desde entonces.
La oficina de Verney ha manifestado que las necesidades han disminuido en algunas de Sudán del Sur que han registrado un descenso de los niveles de violencia y en las que ha aumentado la producción agrícola, si bien la mayoría de la población del país hace frente a dificultades, con cálculos que apuntan a que 7,1 millones de sursudaneses estarán en situación de inseguridad alimentaria en la fase de escasez, entre abril y julio de 2024.
La Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC, según sus siglas en inglés) refleja que 1,6 millones de niños están en grave riesgo de sufrir desnutrición, mientras que sigue habiendo un elevado riesgo de violencia de género contra mujeres y niñas.
A esta situación se suma el aumento de la cifra de población vulnerable a causa de la guerra desatada el 15 de abril en Sudán entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que sigue activa y ha provocado la huida de miles de refugiados y el retorno de sursudaneses que habían escapado previamente al país vecino huyendo del conflicto en Sudán del Sur.
La oficina de Verney ha recordado que el llamamiento humanitario para 2023 ha recibido sólo el 53,8 por ciento de los fondos reclamados y ha recalcado que las organizaciones humanitarias, junto a las autoridades y los donantes, están trabajando para impulsar soluciones comunitarias que permitan lograr la autosuficiencia de estas poblaciones.
"La comunidad humanitaria apoya al Gobierno en su papel de liderazgo a la hora de responder a las necesidades de la población y dar servicios sociales básicos a sus ciudadanos", ha dicho Verney, quien ha pedido además "el fin de los ataques contra civiles y trabajadores humanitarios" ante el trabajo "en condiciones muy peligrosas" en el país africano.
Pese al descenso de la violencia por el conflicto político tras el acuerdo de paz de 2018, el país ha registrado un aumento de los enfrentamientos intercomunitarios, motivados principalmente por el robo de ganado y las disputas entre pastores y agricultores en las zonas más fértiles del país, especialmente a causa del aumento de la desertificación y el desplazamiento de poblaciones.