MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
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Así se desprende del acta relativa a la última reunión de política monetaria del organismo, celebrada el pasado 9 de noviembre, y en la que se acordó por quinta ocasión consecutiva continuar con el freno puesto en el proceso de reducción de los tipos.
No obstante, ante los avances significativos en el proceso desinflacionario, algunos miembros del banco han adelantado que se podría discutir algún ajuste en la tasa durante el primer trimestre de 2024.
Con todo, por el momento la mayoría de miembros han coincidido en que aún prevalece un entorno de elevada incertidumbre y de riesgos que obliga a mantener la cifra "en su nivel actual". Entre otros, el conflicto geopolítico en Medio Oriente podría tener repercusiones en el panorama inflacionario, aunque por el momento ha tenido efectos "limitados".
ENFOQUE DE CAUTELA
Si bien actualmente el panorama inflacionario es "menos adverso" que el confrontado en 2022, permanece complicado y con riesgos al alza, por lo que debe seguirse conduciendo la política monetaria con un enfoque de cautela.
"Aún no es posible declarar el triunfo en la batalla contra la inflación y no se debe bajar la guardia", han expresado algunos de los miembros del banco. El ajuste, en todo caso, dependerá de que los riesgos señalizados no se materialicen y que la inflación se ajuste a la trayectoria pronosticada.
En este sentido, todos los miembros del banco han afirmado que la reducción significativa de la inflación no implica que hayan desaparecido los retos y riesgos en la conducción de la política monetaria, con un escenario de desafios "al alza".
Actualmente, según las previsiones del banco central, la inflación seguirá por la senda descendente, aunque no se descartan ligeros incrementos en noviembre y diciembre. La convergencia a la meta, por su parte, se espera en el segundo trimestre de 2025.