MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
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El Gobierno de Jordania ha afirmado este martes que su Ejército está reforzando su presencia en el valle del Jordán, en la zona fronteriza con Israel y Cisjordania, y ha avisado de que el desplazamiento forzado de palestinos hacia su país sería considerado una declaración de guerra, al considerar que viola el acuerdo de paz de 1994.
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El primer ministro de Jordania, Bisher al Jasauné, ha aclarado que en el momento en el que Israel lleve a cabo una "violación material" del acuerdo de paz entre ambos países "abrirá la puerta a las autoridades jordanas a múltiples posibilidades" que tratarán en ese momento. "El acuerdo de paz son papeles en un estante acumulando polvo si no se respeta y se violan las disposiciones contenidas", ha manifestado.
"Jordania hoy está abordando lo que está sucediendo en Gaza como si estuviera sucediendo en la frontera jordana y no en la otra punta del planeta (...) dado que la Franja está a menos de 60 kilómetros", ha manifestado el jefe de Gobierno en una entrevista recogida por la agencia de noticias Petra.
Asimismo, Al Jasauné ha aseverado que en Cisjordania la violencia de los colonos israelíes y las violaciones de los edificios islámicos y cristianos "constituyen una línea roja": "Tales condiciones que conducen al desplazamiento forzado por parte de Israel equivale a una declaración de guerra contra Jordania porque constituye una violación material del acuerdo de paz", ha agregado.
En este sentido, ha señalado que "es natural" que sus Fuerzas Armadas se desplieguen a lo largo de las fronteras "para hacer frente a cualquier intento de infiltración que pueda exponer a un ciudadano jordano a un peligro", ya que dañaría la seguridad nacional del reino hachemita.
La guerra entre Israel y Hamás ha despertado las alarmas en Jordania, que hace frontera con Israel y Palestina, y donde vive un gran número de refugiados palestinos y sus familias, mientras que se teme una escalada del conflicto y su expansión en la región.
Hamás lanzó el 7 de octubre una ofensiva contra Israel que se saldó con 1.200 fallecidos y unos 240 rehenes. El Ejército israelí, por su parte, lanzó en respuesta una campaña militar contra las estructuras de la milicia palestina en el norte del enclave que se ha cobrado ya la vida de más de 14.100 personas.