BARCELONA, 20 (EUROPA PRESS)
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Su abogado Pau Molins, que había llegado media hora antes, la ha acompañado desde la esquina donde la ha dejado un coche hasta la entrada: la artista ha saludado a un grupo de fans que había acudido a darle apoyo y les ha lanzado un beso.
La artista se enfrenta a una reclamación de condena a ocho años y dos meses de prisión y multa de 23,8 millones de euros, una petición de pena que podría ver reducida si finalmente alcanza un acuerdo con las acusaciones.