El primer ministro británico, Rishi Sunak, defendió en 2020, cuando era ministro de Hacienda, que el Gobierno debería “dejar morir a la gente” durante la pandemia de coronavirus, según ha revelado la comisión de investigación parlamentaria sobre la gestión de la crisis sanitaria.
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“Dejad morir a la gente. Está bien”, dijo Sunak, según declaró el entonces principal asesor del primer ministro Boris Johnson, Dominic Cummings y recoge en su diario el principal asesor científico del Gobierno por aquel entonces, Patrick Vallance, que ha comparecido ante comité que investiga la pandemia de coronavirus.
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Sunak pronunció estas palabras tras una “caótica” reunión sobre un posible confinamiento celebrada en octubre de 2020 en la que Johnson defendió “dejar que todo se desmorone” y Cummings dijo que Sunak estaba de acuerdo y que abogó por “dejar morir a la gente”.
Vallance reconoce que no escuchó personalmente a Sunak decir estas palabras y ha testificado ante la investigación que “eso es lo que dijo Dominic Cummings”.
Un portavoz de Sunak ha indicado a ‘The Independent’ que “no va a responder a cada pedacito”, pero “sabrán del primer ministro cuando presente pruebas”.
La investigación revela que Vallance ha criticado también otras decisiones como el programa Sal para Ayudar que subsidiaba el 50% de las comidas en restaurantes para ayudar al sector a recuperarse. Para Vallance esta medida alimentó la segunda ola de contagios y ha recordado que no fue informado de la misma antes de su anuncio público.
Johnson no creía que fuera “un gran problema”
Vallance ha asegurado que Johnson se mostraba “escéptico” sobre los efectos a largo plazo del coronavirus, describiendo la situación como “el síndrome de la Guerra del Golfo”, puesto que no creía que fuera “un gran problema”, según ha recogido la cadena Sky News.
En su diario personal, Vallance llegó a escribir que el exprimer ministro era “débil e indeciso” y que estaba “confundido” constantemente por los datos que los expertos le presentaban durante la pandemia, así como que estaba muy influenciado por la prensa, particularmente la de extrema derecha.
En este sentido, ha asegurado ante la comisión que era “duro” intentar que Johnson entendiera “cierta información” científica.
En otro extracto de su diario, Vallance anotó que Johnson aseguró en un momento dado durante una reunión para decidir si imponer un segundo confinamiento que era posible sobrellevar más contagios de personas mayores porque estas tenían “buenas posibilidades” de sobrevivir.
En un intento por convencer a Vallance, Cummings aseguró que Sunak estaba de acuerdo con Johnson en que no era necesario un segundo confinamiento y que era mejor “dejar morir a la gente”.
Las pruebas aportadas en el comité también revelan que había diferencias entre Vallance y el responsable encargado del seguimiento de la enfermedad por el Gobierno, Chris Whitty, sobre el confinamiento, ya que el asesor científico creía que esta medida debía de haberse presentado antes para prevenir más contagios.
Asimismo, Vallance también dejó apuntado en su diario personal que el exministro de Sanidad británico Matt Hancock, responsable de algunas de las medidas adoptadas en los peores momentos de la pandemia de COVID-19, tendía a decir cosas durante las reuniones que no siempre tenían “fundamento”.
“Las decía con demasiado entusiasmo, demasiado pronto, sin pruebas que las respaldasen, y luego tenía que dar marcha atrás, días después”, ha asegurado ante el comité, según ha recogido el diario británico ‘The Guardian’.
El escándalo sobre las fiestas celebradas en Downing Street durante la pandemia y conocido como ‘Partygate’ acabó por acelerar la dimisión de Johnson el 6 de septiembre de 2021, en medio de las presiones de sus propios compañeros ante el descrédito que iba adquiriendo el Partido Conservador por este y otros escándalos bajo su mandato.