CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El embajador de Estados Unidos ante la OEA, Francisco Mora, dijo el lunes que Washington está considerando aplicar nuevas sanciones “políticas y económicas” al gobierno de Nicaragua para obligarlo a “cumplir sus compromisos” en materia de derechos humanos y democracia.
Mora ofreció una teleconferencia de prensa para hablar sobre las consecuencias de la decisión del gobierno de Daniel Ortega de abandonar la Organización de los Estados Americanos (OEA) oficializada el domingo tras dos años de haber anunciado su retiro acusando al foro hemisférico de ser “injerencista”.
“Tenemos varias herramientas de presión políticas y económicas” para “seguir apoyando al pueblo nicaragüense”, dijo el diplomático. Agregó que esas sanciones buscan que Ortega respete los derechos humanos y se pueda “instaurar la democracia y el Estado de Derecho en Nicaragua”.
El gobierno de Managua presentó su “denuncia” a la OEA el 19 de noviembre de 2021, requisito previo a su retiro del organismo. Lo hizo luego de de que el foro hemisférico desconociera los comicios presidenciales de ese año, que le permitieron a Ortega reelegirse por tercera vez para asumir su cuarto mandato consecutivo desde 2007 con todos sus rivales en prisión.
El diplomático de origen cubano dijo que Nicaragua abandonó la OEA porque “el régimen no quiere rendir cuentas de los abusos contra los derechos humanos, la prensa independiente, la iglesia católica y las ONG”, de las cuales unas 3.500 han sido clausuradas por Ortega en los últimos dos años.
Mora reconoció que la OEA carece de instrumentos para castigar a un país no miembro del foro, pero dijo que Nicaragua se verá afectada por un “autoaislamiento” en el concierto interamericano. “Los amigos que apoyan al régimen son pocos y muchos están fuera del hemisferio occidental”, observó.
Recordó que, aunque ya no sea parte de la OEA, Nicaragua “aún tiene obligaciones” con entidades adscritas a la organización y debe cumplir tratados en materia de corrupción y derechos humanos, a los que adhirió desde su ingreso como Estado fundador en 1948.
“Es posible que el régimen de Nicaragua quiera olvidarse de la OEA, pero la OEA no va a abandonar al pueblo nicaragüense”, enfatizó el embajador de Estados Unidos.
Con respecto a las posibles nuevas sanciones, señaló que Washington ha retirado visas y bloqueado cuentas bancarias en Estados Unidos a 51 altos funcionarios y 11 entidades del gobierno nicaragüense desde 2018 tras la represión de los opositores que participaron en protestas sociales ese año. “Y vamos a considerar la posibilidad de expandir el número de personas y entidades” a sancionar, añadió sin dar detalles.
Entre los sancionados figuran la vicepresidenta y primera dama Rosario Murillo y al menos tres de sus hijos con Ortega, así como diputados, jueces, fiscales, oficiales de policía y personal del sistema penitenciario. Entre las entidades sancionadas destaca la Policía Nacional, el Consejo Supremo Electoral, el Instituto de Telecomunicaciones y dos importantes instituciones de la minería estatal.
Consultado sobre la posibilidad de que su país suspenda a Nicaragua del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (Cafta, por sus siglas en inglés), Mora dijo que Estados Unidos busca “seguir presionando al régimen, pero sin afectar negativamente” a la población nicaragüense.
En otro orden el diplomático dijo que su país está “muy preocupado” por la situación que impera en Guatemala, donde el Ministerio Público amenaza con abrir un juicio al presidente electo Bernardo Arévalo, lo que le impediría al político asumir el gobierno el próximo 14 de enero.
“Creemos que esto es una amenaza a la democracia en Guatemala”, afirmó.
Al respecto indicó que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, está realizando “esfuerzos de diálogo y negociación” para evitar que ocurra “una interrupción del proceso democrático” en esa nación, donde miles de personas han protestado en las calles en apoyo a Arévalo y su movimiento político Semilla.