JERUSALÉN (AP) — Miles de familiares y simpatizantes de los aproximadamente 240 rehenes retenidos en Gaza marcharon el sábado en Jerusalén, criticando al primer ministro Benjamin Netanyahu por su manejo de la guerra con Hamás y exigiendo que el gobierno israelí haga lo que sea necesario para que sus seres queridos regresen a casa.
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Conforme aumentaba la presión pública, Netanyahu informó el sábado que el Gabinete de Guerra de Israel se reunirá esta semana con representantes de las familias.
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“Yo marcho con ustedes. El pueblo israelí marcha con ustedes”, dijo. “Prometo, cuando tengamos algo que decir, que les informaremos”.
La marcha coronó una caminata de cinco días desde Tel Aviv y representó la mayor manifestación a favor de los rehenes desde que fueron llevados a Gaza por Hamás el 7 de octubre, cuando el grupo palestino cometió su masacre en el sur Israel. Unas 1.200 personas murieron en Israel el día del ataque sorpresivo.
Israel respondió declarando la guerra y más de 11.500 palestinos han muerto en las últimas seis semanas conforme el ejército israelí lleva a cabo una intensa ofensiva aérea y terrestre en Gaza, en donde los milicianos de Hamás han gobernado durante los últimos 16 años.
Los líderes israelíes han trazado dos objetivos en su ofensiva: Aplastar a Hamás y liberar a los rehenes, Sin embargo, no han aclarado a las familias cómo planean equilibrar los dos.
Algunas familias de los rehenes temen que la ofensiva militar ponga en peligro a sus seres queridos. Por su parte, las autoridades israelíes argumentan que sólo la presión militar hará que Hamás deje en libertad a los rehenes, como parte de un acuerdo que podría involucrar una tregua temporal.
Las familias no se han apegado a una sola propuesta para que sus seres queridos sean liberados, pero exigen más empatía y medidas del gobierno. Algunos han criticado al Gabinete de Guerra por lo que consideran una falta de transparencia sobre los planes de rescate.
El sábado, los manifestantes portaban banderas israelíes y retratos de los rehenes, cuando concluían los 70 kilómetros (45 millas) a Jerusalén y se aglomeraban frente al despacho de Netanyahu. Una vez ahí, los alcanzaron multitudes con globos amarillos que tenían impresa la frase “Tráiganlos a casa”.
“Quiero que me vean a los ojos e intenten comprender sólo un poco del trauma que siento”, comentó en el evento Darian Gonen, refiriéndose a los líderes israelíes. Hamás secuestró a su hermana de 23 años, Romi Gonen, durante un festival de música que terminó en masacre en Gaza.
Ruby Chen, otro manifestante, dijo que las familias quieren “hacer que el tema de los rehenes siga siendo la máxima prioridad para el gobierno de Israel”. Su hijo de 19 años es uno de los secuestrados.
Para las familias, la procesión marcó la culminación de seis semanas de angustias y dudas sobre la seguridad y ubicación de sus familiares, entre los que hay niños y adultos mayores.
En una plaza frente al Ministerio de Defensa en Tel Aviv, manifestantes soltaron cientos de globos rosas al aire y colocaron charolas con pasteles y galletas para celebrar los cumpleaños de dos personas secuestradas por Hamás, Emily Hand de 9 años y Raz Ben Ami de 57.
La marcha ocurrió en un momento en que la prensa israelí reportó que el Gabinete de Guerra consideraba un acuerdo negociado por Qatar para lograr la liberación de mujeres y niños secuestrados. A cambio, Israel acordaría un cese del fuego de varios días y liberaría a decenas de los miles de palestinos que tiene prisioneros. Netanyahu negó el sábado que se haya llegado a un acuerdo.
“Sobre el tema de los rehenes hay muchos rumores sin fundamento, muchas informaciones erróneas. Quiero aclarar que hasta su momento no ha habido acuerdo”, subrayó.
De los más de 240 rehenes secuestrados en Gaza, cinco han sido liberados —cuatro de ellos gracias a la diplomacia internacional que involucró a Qatar y uno que fue rescatado por tropas israelíes. Su liberación despertó las esperanzas de otras familias.
Pero esta semana Israel confirmó la muerte de dos rehenes, y Hamás y la Yihad Islámica han publicado varios vídeos de rehenes que parecían enfermos, provocando miedo y preocupación entre muchos.