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Suiza rescinde el contrato de la seleccionadora Inka Grings, envuelta en una investigación por corrupción

FRÁNCFORT (ALEMANIA), 17 (dpa/EP) La entrenadora alemana Inka Grings ha dejado su cargo como seleccionadora suiza femenina, después de que rescindiese de mutuo acuerdo y con efecto inmediato su contrato con la Asociación Suiza de Fútbol por los malos resultados y por una investigación por presunta corrupción.

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FRÁNCFORT (ALEMANIA), 17 (dpa/EP)

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La entrenadora alemana Inka Grings ha dejado su cargo como seleccionadora suiza femenina, después de que rescindiese de mutuo acuerdo y con efecto inmediato su contrato con la Asociación Suiza de Fútbol por los malos resultados y por una investigación por presunta corrupción.

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Grings, de 45 años, llevaba en el cargo desde principios de año, pero sólo logró una victoria en 14 partidos. "Para quitar presión al equipo y a la federación, debido a los acontecimientos actuales, he decidido dar este paso con el corazón encogido. Ha sido una época emocionante para mí, con muchas grandes experiencias", declaró Grings en un comunicado de la federación suiza.

Un factor que ha contribuido al cese podría ser un caso de malversación de fondos en torno a Hermann Tecklenburg, el marido de la exseleccionadora alemana Martina Voss-Tecklenburg.

Según indican las fuentes, Tecklenburg canalizó una suma de seis cifras a través de los fondos de la seguridad social y la asociación de seguros de responsabilidad civil de los empleadores como patrocinador y presidente del club masculino de quinta división Straelen entre 2015 y 2020.

Grings, que entrenó al primer equipo del Straelen entre 2019 y 2020, habría ganado el doble de la cifra oficial, según un portavoz de la fiscalía, que cifró el perjuicio en 13.350 euros a la revista Bunte.

Tecklenburg aún no se ha pronunciado sobre las acusaciones, mientras que Grings declaró al diario Bild que eran infundadas, que declaró impuestos sobre todos sus ingresos y que sólo se enteró durante la investigación de que estaba empleada en una empresa de construcción.

Grings dijo que había acordado con la fiscalía el pago de una indemnización "por varias razones, que no suponen una admisión de culpabilidad". "Sin embargo, no se me puede acusar de mala conducta intencionada", indicó.

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