MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
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El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, ha anunciado que el organismo está "verificando informes creíbles" que han recibido sobre violencia a gran escala dirigida contra miembros de dicha comunidad en Darfur, particularmente en El Geneina.
En este sentido, ha explicado que los abusos fueron presuntamente cometidos entre el 4 y 6 de noviembre por grupos de milicias árabes con la posible complicidad de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Estos han incluido asesinatos selectivos, tratos inhumanos y degradantes y expulsión forzada de las comunidades que habían buscado seguridad.
Además, Dujarric ha indicado que hay informes de que miembros de las milicias masalit han atacado a algunos miembros de la comunidad árabe. "Lamentablemente, estos acontecimientos indican una escalada de las tensiones interétnicas y los conflictos entre comunidades en el Sudán", ha manifestado.
El portavoz ha instado a todas las partes del conflicto a que respeten sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional Humanitario, así como su deber de proteger a todos los civiles en las zonas bajo su control.
La Unión Europea denunció el domingo más de un millar de muertos de la comunidad masalit en tan solo dos días, violencia que responsabilizó a las RSF. "Estas últimas atrocidades parecen formar parte de una campaña más amplia de limpieza étnica llevada a cabo por las RSF con el objetivo de erradicar a la comunidad masalit no árabe de Darfur Occidental, y se suman a la primera oleada de violencia de gran magnitud ocurrida en junio", declaró el Alto Representante de la Unión Europea Para Política Exterior, Josep Borrell.
Así, su portavoz, Peter Stano, recordó tanto a las RSF como al Ejército de Sudán --que desde el inicio del conflicto se han acusado mutuamente de crímenes contra la población civil-- que tienen el deber de proteger a las personas en base al Derecho Internacional, y que Bruselas se encuentra vigilando y documentando las violaciones de Derechos Humanos para garantizar la rendición de cuentas y acabar con la impunidad en el país.
"La comunidad internacional no puede hacer la vista gorda ante lo que está ocurriendo en Darfur y permitir que se produzca otro genocidio en esta región", añadió en referencia al exterminio de más de 300.000 personas en este mismo territorio desde 2003.
Sudán vive inmerso en un conflicto desde mediados de abril, cuando estallaron los combates entre las Fuerzas Armadas y los paramilitares. Esta nueva escalada de violencia ha dejado más de 4,8 millones de desplazados internos y ha empujado a 1,2 millones de personas a cruzar hacia países vecinos.