LA HABANA (AP) — Empresas de más de 60 países, incluida media docena de firmas de cubano-estadounidenses, se dieron cita el lunes en la mayor bolsa comercial y de negocios anual de Cuba, una oportunidad para atraer inversiones.
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La 39va Feria Internacional de La Habana se desarrollará hasta el sábado en Expocuba –-un predio de grandes naves en las afueras de la capital—, donde las compañías ya asentadas y otras que aspiran a llegar al mercado isleño exhibirán sus productos y mantendrán encuentros entre particulares y con funcionarios.
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“Ha sido una feria grande. Que sea precisamente en este momento (de crisis) que vive el país significa que hay apoyo del empresariado internacional”, dijo a un grupo de periodistas el presidente cubano Miguel Díaz-Canel durante el recorrido por los pabellones y tras cortar el listón inaugural.
Según el viceprimer ministro y titular de Comercio Exterior, Ricardo Cabrisas, en la feria se han congregado este año 800 empresas de más de 60 países, entre ellos los principales socios de la isla: Venezuela, Rusia, China, México y España, que tiene la mayor participación.
Cabrisas destacó la “valentía” de un grupo de compañías de Estados Unidos, cuyo gobierno mantiene sanciones contra la isla que prohíben el comercio —y que fueron endurecidas durante el gobierno del expresidente Donald Trump—, excepto en sectores como la alimentación y la medicina, aunque en estos casos Washington impone restricciones como el pago al contado o regulaciones sobre las cargas.
Sin embargo, la cantidad de empresas netamente estadounidenses es escasa en comparación con las que hubo en ediciones anteriores de la feria, especialmente a mediados de la década pasada tras el acercamiento entre el mandatario estadounidense Barack Obama y su colega cubano Raúl Castro.
Es además el segundo año que se presentan firmas de dueños cubano-estadounidenses, un sector que por razones políticas no tenía acceso al mercado local, pues aunque las leyes les permitían invertir en la isla, sus solicitudes para asentarse eran sistemáticamente denegadas.
“El activo más grande que tiene nuestro país es su diáspora y nos tienen que dar una bienvenida; nosotros queremos llegar aquí a invertir, queremos ser parte de este proceso de apertura económica”, dijo a periodistas Hugo Cancio, gerente de la firma Katapulk, que comercializa alimentos y electrodomésticos en Cuba. Katapulk fue la primera empresa de un cubano-estadounidense aceptada por la Cámara de Comercio de la isla.
Durante su recorrido, Díaz-Canel saludó a varios de estos empresarios.
Otro de los atractivos es la presencia de pequeñas y medianas empresas (pymes) cubanas, recién autorizadas en 2021 como parte de una apertura a la iniciativa privada para fomentar la producción y el empleo tras décadas de centralización estatal.
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Andrea Rodríguez está en: www.twitter.com/ARodriguezAP