A pesar de la llovizna y el cielo gris, el presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden recibieron a un grupo de niños en la Casa Blanca el martes para la celebración de Halloween, el festejo donde los chicos suelen disfrazarse y pedir caramelos.
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El evento contó con entregas gratis de libros y lecturas por parte de la primera dama, la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre, el secretario de Educación, Miguel Cardona y varios autores.
La primera dama se disfrazó con orejas felinas, cola y nariz negra. Dijo que estaba disfrazada de su gato, Willow.
“Vayan a divertirse y a comer muchas golosinas”, le dijo Jill Biden a los niños tras leerle el libro infantil “Ten Spooky Pumpkins”.
Jean-Pierre se disfrazó de ángel, con alas y halo, diciendo que prefirió ese disfraz que uno de diablo.
Al terminar de leer, el presidente y la primera dama pasaron unos 90 minutos dándole la bienvenida a chicos de escuelas públicas o hijos de familias militares.
A medida que los niños disfrazados pasaban por la entrada de la Casa Blanca, Biden les colocaba cajitas de M&M’s o Hershey’s Kisses con el sello presidencial en las cestas. La primera dama les regalaba libros.
Jill Biden, quien ha sido maestra toda su vida, tuvo la idea de usar el evento para promover la lectura, con decoraciones de personajes literarios y cuentos de terror o fantasmas, dijo la Casa Blanca. Una banda militar tocó versiones instrumentales de “Thriller”, “Monster Mash” y otros temas.
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Se preveía la asistencia de unos ocho mil invitados, indicó la Casa Blanca.
Muchos departamentos y agencias gubernamentales participaron, con kioscos en el jardín sur de la mansión presidencial llenos de caramelos y golosinas cortesía de la Asociación Nacional de Fabricantes de Caramelos y las compañías que la integran. Scholastic donó los libros.