MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
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El descubrimiento podría arrojar luz sobre los misterios detrás de los campos magnéticos de los planetas de nuestro sistema solar, e incluso sobre si los mundos distantes podrían albergar vida.
El equipo de científicos obtuvo las primeras mediciones de la aurora infrarroja (IR) de Urano desde que comenzaron las investigaciones en 1992. Mientras que las auroras ultravioleta (UV) de Urano se han observado desde 1986, hasta ahora no se había observado ninguna confirmación de la aurora IR. Las conclusiones de los científicos se publicaron en la revista Nature Astronomy.
Los gigantes de hielo Urano y Neptuno son planetas inusuales en nuestro sistema solar ya que sus campos magnéticos están desalineados con los ejes en los que giran. Si bien los científicos aún tienen que encontrar una explicación para esto, es posible que haya pistas en la aurora de Urano.
Las auroras son causadas por partículas cargadas de alta energía, que son canalizadas hacia abajo y chocan con la atmósfera de un planeta a través de las líneas del campo magnético del planeta. En la Tierra, el resultado más famoso de este proceso son los espectáculos de las auroras boreales y australes. En planetas como Urano, donde la atmósfera es predominantemente una mezcla de hidrógeno y helio, esta aurora emitirá luz fuera del espectro visible y en longitudes de onda como el infrarrojo (IR).
El equipo utilizó mediciones infrarrojas de auroras tomadas analizando longitudes de onda específicas de la luz emitida por el planeta, utilizando el telescopio Keck II. A partir de esto, pueden analizar la luz (conocida como líneas de emisión) de estos planetas, de forma similar a un código de barras. En el espectro infrarrojo, las líneas emitidas por una partícula cargada conocida como H3+ variarán en brillo dependiendo de lo caliente o fría que esté la partícula y lo densa que sea esta capa de la atmósfera. Por tanto, las líneas actúan como un termómetro del planeta.
Sus observaciones revelaron claros aumentos en la densidad de H3+ en la atmósfera de Urano con pocos cambios en la temperatura, consistentes con la ionización causada por la presencia de una aurora infrarroja. Esto no sólo nos ayuda a comprender mejor los campos magnéticos de los planetas exteriores de nuestro propio sistema solar, sino que también puede ayudar a identificar otros planetas que sean adecuados para albergar vida.
La autora principal Emma Thomas, estudiante de doctorado de la Facultad de Física y Astronomía de la Universidad de Leicester, dijo en un comunicado: "La temperatura de todos los planetas gigantes gaseosos, incluido Urano, está cientos de grados Kelvin/Celsius por encima de lo que predicen los modelos si sólo los calentara el sol, dejándonos con el interrogante de ¿Por qué estos planetas son mucho más calientes de lo esperado? Una teoría sugiere que la aurora energética es la causa de esto, que genera y empuja el calor de la aurora hacia el ecuador magnético".
"La mayoría de los exoplanetas descubiertos hasta ahora caen en la categoría subneptuno y, por lo tanto, son físicamente similares a Neptuno y Urano en tamaño. Esto también puede significar características magnéticas y atmosféricas similares. Al analizar la aurora de Urano, que se conecta directamente con ambos planetas, campo magnético y atmósfera, podemos hacer predicciones sobre las atmósferas y los campos magnéticos de estos mundos y, por tanto, sobre su idoneidad para la vida".
"Este artículo es la culminación de 30 años de estudio de las auroras en Urano, que finalmente reveló la aurora infrarroja y comenzó una nueva era de investigaciones de auroras en el planeta. Nuestros resultados ampliarán nuestro conocimiento de las auroras gigantes de hielo y fortalecerán nuestra comprensión de los campos magnéticos planetarios en nuestro sistema solar, en exoplanetas e incluso en nuestro propio planeta".
Los resultados también pueden dar a los científicos una idea de un fenómeno poco común en la Tierra, en el que los polos norte y sur cambian de ubicación de hemisferio, conocido como inversión geomagnética.