TOMARES (SEVILLA), 23 (EUROPA PRESS)
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En este "emotivo" acto, el alcalde, acompañado por la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte, María Carmen Ortiz, y su equipo de gobierno, destacó "el gran honor que es tener entre nuestros vecinos a este gran referente de la restauración, cuyo nombre, desde hoy, estará ligado para siempre a la ciudad que eligió para vivir y donde reside desde hace 50 años", señala el Consistorio en una nota de prensa.
Arropado por su familia y de su hijo, David Arquillo, que también es restaurador, también quisieron acompañar a Francisco Arquillo numerosos amigos, personalidades del mundo de la cultura y académicos miembros de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, a la que él pertenece también, como Fernando Fernández Gómez, secretario general de la Academia; el escultor Sebastián Santos Calero, el escultor Miguel Fuentes del Olmo, también vecino de Tomares, y Juan Rodríguez Romero, director de orquesta.
Francisco Arquillo Torres, que fue catedrático de Conservación y Restauración de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla y académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, ha desarrollado gran parte de su actividad profesional, entre sus 70 y 80 años de edad, en Tomares.
"Sus virtuosas manos han restaurado recientemente las imágenes más emblemáticas de nuestro pueblo --la Virgen de los Dolores, el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, que también fue restaurado por él en 2013, y San Sebastián, patrón de Tomares, titulares de la Hermandad Sacramental--. Por todo este trabajo, su compromiso y dedicación, el profesor Arquillo ha sido nombrado Hermano Honorario de dicha corporación el pasado 26 de marzo en la Función Principal de Instituto.
Arquillo también es el protagonista de la muestra 'Retrospectiva. Trayectoria artística, 1951-2021' que realizó en la Sala de Exposiciones del Ayuntamiento, del 8 de abril al 8 de mayo de 2021, en la que se pudo ver por primera vez en Tomares, un cuadro de Pablo Ruíz Picasso restaurado por él en 1982. Además, es el autor, junto a su hijo, de la rehabilitación de la capilla de la Hacienda Santa Ana de Tomares (s.XVII).
Su labor artística se mueve entre la restauración de obras de arte y las artes plásticas. "Es también el hombre que más cerca ha estado de la Virgen de la Esperanza Macarena, a quien le restauró las manos". Ha realizado también restauraciones tan destacadas de titulares de la Semana Santa sevillana como del Señor de la Sentencia, el Cristo del Silencio, el Crucificado de la Vera Cruz, y la Soledad de San Lorenzo, entre otros.
En cuanto a sus trabajos de restauración de obras pictóricas en caballete destacan la Virgen de la Rosa, de la Iglesia de Santa Ana (Sevilla, 1978), 'Negro Danger' de Picasso (Sevilla, 1981-1982), el Autorretrato de Vázquez Díaz (Huelva, 1988) o el Autorretato de Goya (Málaga, 1991), así como obras murales, las pinturas del Claustro de la Real Academia Española de Bellas Artes (Roma, 1966-1968), las pinturas del Teatro Nacional de San José (Costa Rica, 1971), las pinturas de la Iglesia de santa María de la Rábida (Huelva, 1979) o las pinturas del Camarín del Monasterio de Guadalupe (Cáceres, 1985), entre otras muchas.