MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
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Dos fuentes cercanas a la joven han asegurado que los responsables médicos del Hospital Fajr de Teherán donde está ingresada han desmentido que esté en estado de "muerte cerebral" y aseguran que "sigue habiendo esperanza de que vuelva", según informa la emisora en persa Radio Farda, cercana a Estados Unidos.
Un familiar de Geravand explicó el domingo por la tarde a Radio Farda que sus médicos les han trasladado que no es cierta la información difundida, aunque sí han reconocido que poco más se puede hacer a nivel médico. "Todo está en manos de Alá", han resaltado.
Una segunda fuente de la familia ha asegurado que los médicos les han negado que esté en estado de "muerte cerebral" y que "la situación de Armita no ha cambiado". De hecho, han subrayado que si estuviera en estado de "muerte cerebral", "no estaría siendo atendida hasta el día de hoy".
La "muerte cerebral" implica un "cese irreversible" de las funciones cerebrales y para concretar un diagnóstico así deben haberse perdido "irreversiblemente" todas las funciones cerebrales.
Por otra parte el canal de televisión en persa Irán International, con sede en Londres, ha informado de que la familia de Geravand está recibiendo presiones para que trasladen sin aspavientos a la chica a Jafar Abad, en Kermanshá, en el oeste del país, para su enterramiento si finalmente se confirma su fallecimiento para evitar así nuevas protestas. Incluso habrían transmitido a la familia que el líder supremo, Alí Jamenei, había ordenado sacar a Geravand de Teherán.
Las autoridades habrían amenazado en particular a familiares de la joven para que no hablen con medios de comunicación ni den información sobre su estado de salud. Además se han instalado cámaras en las inmediaciones del domicilio de la familia.
VERSIÓN OFICIAL
La agencia de noticias Borna, dependiente del Ministerio de Deportes iraní, informó el domingo de que "lamentablemente su pronóstico no es prometedor a pesar de los esfuerzos del personal médico y se ha declarado que está en muerte cerebral".
Borna repitió la versión oficial de que Geravand, estudiante de 16 años de la Universidad Técnica y Vocacional Arwa al Waghgi, "se desmayó súbitamente cuando subía a un vagón del metro y cayó de espaldas".
Fue trasladada en ambulancia con ayuda de personal del metro de Teherán. La información ha sido también recogida por la agencia de noticias Tasnim, dependiente de la Guardia Revolucionaria iraní, el cuerpo militar e ideológico de élite de las Fuerzas Armadas iraníes.
La joven, residente en Teherán, se encontraba en la estación Shohada del metro de la capital iraní cuando fue supuestamente agredida por miembros de la 'Policía de la Moral', el organismo encargado de velar por el correcto cumplimiento de la vestimenta islámica, por no llevar puesto el velo, según informaciones de medios afines a la oposición.
Los medios iraníes difundieron imágenes de las cámaras de seguridad en las que varias personas sacan a la joven del vagón "tras sufrir una bajada de tensión", si bien no hay rastro de los momentos previos, por lo que varias ONG, entre ellas Iran Human Rights (IHR), sospechan que las autoridades intentan encubrir el incidente.
En el marco del suceso, fue detenida una periodista del diario 'Shargh' enviada al lugar para cubrir los hechos, si bien fue liberada más tarde.
Amnistía Internacional también ha pedido que se autorice una misión internacional independiente con expertos de la ONU que investigue las circunstancias que llevaron a la hospitalización de Gerevand.
La supuesta agresión de la joven recuerda a la muerte de la joven kurdo-iraní Mahsa Amini, que derivó en protestas multitudinarias contra el Gobierno de Irán.