CABO SAN LUCAS, México (AP) — Norma, que tocó tierra el sábado en el extremo sur de la península de Baja California como huracán categoría 1, avanzaba el domingo hacia el estado de Sinaloa, donde se esperaban fuertes lluvias e inundaciones.
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Las ráfagas de Norma siguieron causando daños a medida que la tormenta se desplazaba hacia el noreste, cruzando el Golfo de California en dirección al México continental.
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En Sinaloa se ordenó el cierre de las escuelas para el lunes y la paralización de labores en las oficinas oficiales, informó el gobernador, Rubén Rocha. La Marina de México anunció que habilitó 37 albergues tanto en el estado de Sinaloa como en el de Sonora con capacidad para 12.700 personas y desplegó más de 5.000 marinos con ayuda de primera necesidad.
Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés), Norma, que llegó a ser un huracán categoría 4, el domingo por la noche tenía vientos de 95 km/h (60 mph) y se localizaba a unos 90 kilómetros (55 millas) al sur-suroeste de Los Mochis y a 155 kilómetros (95 millas) al oeste de Culiacán, las dos principales ciudades de Sinaloa. La tormenta se movía lentamente hacia el noreste a través del Golfo de California a 7km/h (5mph).
Hasta 45 centímetros (18 pulgadas) de lluvia podrían caer en algunas zonas el lunes, advirtieron los meteorólogos. “Estas lluvias producirán inundaciones repentinas y urbanas, junto con deslizamientos de tierra en zonas de terreno más elevado”, dijo el NHC.
Las autoridades mexicanas no informaron de víctimas mortales en el estado de Baja California Sur, donde había zonas que seguían sin electricidad mientras los bomberos retiraban árboles y ramas caídas. Las autoridades locales sólo informaron de un turista argentino herido.
Mientras tanto, los extranjeros volvían a las calles de Los Cabos: unos lamentando que muchos negocios siguieran cerrados; otros pensando en marcharse.
“Nos dijeron que ya está abierta la terminal aérea y queremos regresar a San Diego, ya que pasó el peligro del huracán”, dijo el estadounidense Henry Brown mientras esperaba un taxi que le llevara a él y su esposa al aeropuerto de San José del Cabo, que reinició actividades por la mañana.
La situación estaba un poco más complicada en La Paz, capital de Baja California Sur, donde habían caído lluvias torrenciales durante el sábado y el aeropuerto se mantenía cerrado el domingo por la noche. Lo mismo ocurría con el sinaloense de Los Mochis.
En La Paz, caudales de agua con troncos, tierra y basura cruzaban muchas de las carreteras con lo que varios accesos a la ciudad estaban bloqueados. Elementos de las fuerzas de seguridad hacían rondines en busca de personas que necesitaran ayuda.
En la bahía de la ciudad, quedaron varados varios barcos, entre ellos, uno con unos 400 pasajeros procedente de Sinaloa al que la tormenta agarró navegando. Se alistaban a desembarcar al caer la noche, indicó el gobernador Víctor Castro en sus redes sociales.
Mientras tanto otra tormenta, Otis, se formó frente a las costas del Pacífico sur mexicano pero lejos de la costa. El domingo por la noche estaba a unos 705 kilómetros (435 millas) al sur-sureste de Acapulco y se movía a 7 km/h (5 mph) en dirección norte-noroeste, con vientos máximos sostenidos de 65 km/h (40 mph).
El NHC estima que Otis seguirá siendo una tormenta a medida que se acerque a México, antes de degradarse a depresión tropical el viernes. Pero dijo que “las fuertes lluvias pueden afectar a las zonas costeras del sur de México desde Oaxaca hasta Guerrero a finales de esta semana.”
Por otro lado, en el Atlántico, las islas de Antigua y Barbuda salieron con pocos daños del paso del huracán Tammy gracias a un cambio tardío y repentino en su trayectoria.
“Hasta donde yo sé, no ha habido daños significativos. Al menos llovió un poco. Puede que no sea mucha lluvia, pero es muy necesaria”, dijo el primer ministro Gaston Browne a The Associated Press.
Tammy impactó Bermuda la noche del sábado como huracán categoría 1 con fuertes lluvias y vientos de hasta 148 km/h (92 mph). La tormenta derribó algunas líneas eléctricas, provocó un apagón en toda la isla y causó daños menores a algunas viviendas. Sin embargo, no se reportaron daños de infraestructuras importantes.
Tammy recordó a los habitantes el impacto del huracán Irma, un ciclón de categoría 5 que arrasó Barbuda en 2017.
En Antigua sólo se reportaron unas pocas ramas y líneas de servicios públicos rotas.
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Llano reportó desde La Paz, México. La periodista Anika Kentish en St. John’s, Antigua, contribuyó a este informe.