PUBLICIDAD
Erica Evans, de 39 años, compró un proyector que ilumina la ventana del piso superior de su casa, haciendo que parezca que dentro está ocurriendo un terrible crimen.
PUBLICIDAD
Vio a un vecino hacer algo parecido unos años antes y decidió recrearlo ella misma, gastándose un total de 190 euros en sus decoraciones.
Parecer ser que toda la comunidad sigue esta tradición, puesto que, los vecinos de la calle también decoran sus casas.
A los hijos de Erica, Harlem, de nueve años, e Ivory, de seis, no les asustan las decoraciones, si no que, les encantan y piensan que son "terroríficamente chulas".
En el interior de su casa, Erica también se ha contagiado del espíritu de Halloween colocando muñecos de aspecto espeluznante, como el famoso muñeco Chucky: "Decoramos todos los años.Este es el quinto año que decoramos".
La familia comienza a colorcar los adornos el 1 de octubre y aseguran que "Hasta ahora no hemos recibido ninguna queja. A nuestros vecinos les encanta pararse frente a nuestra casa y ver el despliegue de proyecciones".