MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
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La primera opción en el diagnóstico del cáncer de mama es la conservación de la mama, pero hay casos en los que es necesario realizar una mastectomía, es decir, la extirpación completa. Cada año se realizan más de 20.000 en España como parte del tratamiento del cáncer mamario.
"Uno de los pilares fundamentales en el tratamiento del cáncer de mama es la cirugía", señala la experta, con motivo de la celebración del Día Mundial del Cáncer de Mama, este jueves 19 de octubre. No obstante, es fundamental abordar de una forma adecuada los problemas a medio y largo plazo, "que a menudo son derivados de las terapias aplicadas".
Este es el caso del síndrome de la mama fantasma. 'Sigo notando el pecho que me han quitado' es una frase más común de lo que se piensa en las revisiones de oncología una vez el tratamiento quirúrgico y oncológico ha terminado. Aunque pueda parecerlo, no es una sensación imaginada por el paciente, es un problema físico.
El motivo es que la zona del cerebro reservada para interpretar las sensaciones de la mama extirpada todavía existe, de manera que si los nervios que antes de la mastectomía proporcionaban sensibilidad a esa mama envían señales al cerebro, y éste las interpretará en forma de sensaciones referidas a esa mama que ya no tenemos.
De hecho, "cuando la mama extirpada duele", puede ser necesario emplear fármacos como anticonvulsivos y analgésicos para el dolor de tipo neuropático, es decir, el que encuentra su causa en el sistema nervioso. También es necesario prescribir antidepresivos, ya que el gran impacto emocional que provoca una mastectomía para muchas mujeres hace que ese dolor se intensifique.
"Además de la medicación, la fisioterapia es una de las bases del tratamiento, siendo de especial interés para la recuperación de la movilidad del hombro y del brazo, lo cual puede contribuir a disminuir el dolor. Además, en casos más graves de dolor, puede considerarse la realización de bloqueos nerviosos o inyecciones de anestesia local, de la mano de unidades del dolor especializadas, con el fin de buscar el alivio local", afirma Huertas.
El tratamiento del síndrome de la mama fantasma se completa con intervenciones de psicólogos especializados en el tratamiento de pacientes con dolor para que enseñen a las pacientes afectadas a lidiar con el impacto emocional que supone haber perdido un miembro, así como a poder gestionar las "sensaciones fantasmas", entre ellas, el dolor.