MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
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Este complejo modelo informático es fruto de varios años de investigación y colaboración intensiva entre climatólogos, glaciólogos y geólogos.
El último período glacial comenzó hace unos 115.000 años y estuvo marcado por ciclos de frío y calor, lo que provocó el avance y retroceso de los glaciares que moldearon el paisaje de los Alpes europeos y sus alrededores, creando valles. Un nuevo modelo informático permite reconstruir esta evolución con una precisión sin precedentes. Proporciona una visualización directa de los fenómenos, haciéndolos accesibles a una amplia audiencia. Fruto de una amplia colaboración entre glaciólogos, climatólogos y geólogos de las universidades de Lausana, Berna y Zúrich, la investigación fue publicada en el Journal of Glaciology.
El nuevo modelo numérico es único porque, por primera vez, incorpora modelos complejos del clima pasado, realizados por climatólogos de la Universidad de Berna.
Luego, los glaciólogos utilizaron estas simulaciones climatológicas para elaborar un modelo de flujo de hielo, modelando la acumulación, la dinámica y el derretimiento del hielo, lo que dio como resultado la simulación más precisa hasta la fecha. Su complejidad sin precedentes permite comprender la distribución pasada de las nevadas en los valles alpinos, así como la evolución de los glaciares. "Hay pistas geomorfológicas en el campo, como morrenas y cantos rodados erráticos, que dan testimonio de la huella pasada de los glaciares en las tierras bajas", explicó en un comunicado Guillaume Jouvet, glaciólogo de la Facultad de Geociencias y Medio Ambiente de la UNIL y primer autor del estudio.
"Utilizamos estos rastros para validar nuestra simulación y todo coincidió", añadió. "Debido a la complejidad del modelado, nos tomó 6 años configurar correctamente nuestros modelos climáticos y glaciológicos y finalmente obtener el clima y los glaciares correctos que coincidan con lo que observamos en la realidad".
Sin embargo, las huellas dejadas en el suelo, que actúan como indicador, no permiten verificar el modelo más allá de 24.000 años, el período en el que los glaciares estaban en su máximo. "Este máximo glacial destruyó toda evidencia anterior. Por tanto, nuestro modelo es difícil de verificar más allá de los 24.000 años", explica Guillaume Jouvet.
La nueva simulación nos permitirá comprender mejor la interacción pasada entre el clima y los glaciares, y cómo se formó nuestro paisaje. Además de ser de interés científico, proporciona un contexto para el calentamiento global. "La imagen de los diferentes ciclos glaciales es muy reveladora", comenta Guillaume Jouvet, "hace 24.000 años, podemos ver que ciudades como Lausana estaban cubiertas por más de un kilómetro de hielo. Es obvio que los ciclos pasados, causados por variaciones orbitales de la Tierra, no se parecen en nada a lo que está sucediendo ahora, donde los gases de efecto invernadero juegan un papel activo en el derretimiento de los glaciares".
Lo más sorprendente es la velocidad del cambio climático actual (apenas unas pocas décadas) en comparación con el lapso de tiempo infinitamente largo de las edades de hielo.
Los científicos trabajarán para mejorar aún más la resolución de su modelo. La resolución actual no es lo suficientemente fina para reproducir la compleja topografía de las altas montañas, lo que provoca una probable sobreestimación de la capa de hielo. "Acabamos de iniciar un nuevo proyecto que utiliza inteligencia artificial, que servirá para acelerar nuestros modelos y alcanzar la resolución necesaria de 200 metros", explica Guillaume Jouvet.