MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
"La MINUSMA ha anunciado que hoy ha comenzado a retirar tropas de los campamentos del norte de la región de Kidal, empezando por las bases de Tessalit y Aguelhok. A esto seguirá el propio campamento de Kidal", ha anunciado un portavoz de la misión en un comunicado.
En ese sentido, ha aclarado que la organización está "haciendo todo lo posible" para completar el proceso de retirada ante el "rápido deterioro" de la seguridad en el país.
"Esto resulta cada vez más difícil. Hoy, el personal de la Misión se ha visto obligado a buscar refugio en búnkeres debido a un intercambio de disparos en Tessalit. Todas las partes, incluidos el Gobierno y los movimientos armados firmantes, tienen la obligación de garantizar la retirada segura y sin obstáculos del personal y el equipo de la misión", ha añadido el portavoz.
Tanto la misión como la secretaría de la ONU han mantenido contactos con las autoridades del país para transmitir sus preocupaciones y para recordar que la nación anfitriona es responsable de la seguridad del personal.
Cabe destacar que, durante el pasado fin de semana, la MINUSMA mostró su "grave preocupación" por la cada vez mayor presencia armada y la intensificación de las tensiones en el norte de Malí, y llegó a advertir de que podrían "impedir la salida ordenada y oportuna" del personal de la misión.
De hecho, la ONU informó que, desde el 24 de septiembre, "sus convoyes logísticos no han logrado salir de la localidad de Gao para recuperar el equipo de Naciones Unidas y de los países que aportan contingentes que se encuentra actualmente en Aguelhok, Tessalit y Kidal".
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el pasado 30 de junio, y a petición de las autoridades malienses, la retirada de la misión, que llevaba ya diez años operando en el país.
Las relaciones de Malí con la MINUSMA se vieron afectadas por un informe de la ONU sobre la matanza de más de 500 personas en marzo de 2022 en la ciudad de Moura (centro), en el que se apuntaba al Ejército como principal responsable. El Gobierno rechazó "vigorosamente" el informe, y aseguró que las imágenes obtenidas por satélite por los investigadores constituyen un delito de "espionaje".