MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
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"Pretendemos demostrar que Goya no es un islote y que trabajaba al margen del resto de artistas de su tiempo: de hecho, recoge aprendizajes de Manuel Salvador Carmona", ha señalado José Manuel Matilla, jefe de conservación de Dibujos y Estampas del Prado y uno de los comisarios de la muestra.
Esta exposición ofrece un recorrido en torno a los dibujos preparatorios que se realizaban previos al grabado sobre la lámina de cobre, enfatizando y destacando su importancia tanto instrumental como artística. El propio Matilla ha remarcado que se trata de una temática "poco conocida" que pone en valor el hecho de que los dibujos previos son de "invención y creación".
Así, se muestran al visitante las distintas técnicas y procedimientos empleados desde mediados del siglo XVIII y principios del XIX para traspasar la composición deseada a la lámina de cobre y, de este modo, enseñar cómo los dibujos preparatorios jugaron un papel importante en el entendimiento de la obra por parte del grabador.
La formación de dibujantes y grabadores cualificados, en la segunda mitad del siglo XVIII, encabezados por Manuel Salvador Carmona, permitió ilustrar con estampas los textos que difundían el pensamiento ilustrado, cuyo epílogo será la publicación de los Caprichos de Francisco de Goya en 1799.
Mientras que las estampas de esa época son muy conocidas, los dibujos para grabar que les sirvieron de punto de partida han quedado relegados a un segundo plano en la historia del arte por su carácter funcional.
La muestra comprende de cuatro apartados, dedicando uno de ellos a Manuel Salvador Carmona, el grabador a buril "más importante de la España del siglo XVIII". Maestro de una generación de artistas en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, siempre concedió un relevante papel a la práctica del dibujo, indispensable para ser un buen grabador.
Sus retratos y autorretratos son prueba elocuente de esa idea y reveladores de su trayectoria profesional y personal. De los años en que permaneció pensionado en París, siempre con el buril o con el lapicero en la mano, es testimonio su primer autorretrato.
Precisamente, el retrato de su esposa, Ana María Mengs, pudo servir de modelo para ser incluido en una estampa con su autorretrato, que nunca llegó a grabar y de la que solo se conocen sus dibujos preparatorios.
Hay otro apartado dedicado a 'Copiar, reproducir e interpretar' donde destacan ejemplos centrados en la reproducción de 'Las meninas' de Diego Velázquez, que permiten visualizar los problemas a los que se enfrentaron dibujantes y grabadores en la segunda mitad del siglo XVIII para trasladar cualidades intrínsecas de la pintura, como la pincelada y el color, a un medio tan diferente como el grabado.
En el caso de Francisco de Goya, el dibujo evidencia su capacidad para copiar con fidelidad el cuadro y, sin embargo, sus dificultades para trasladarlo de forma adecuada al aguafuerte, lo que motivó que el grabado no se editase y su lámina fuera destruida.
"Hay dibujos de todo tipo, incluso inacabados, que parecen esquemas o dejados a medias. Hay calcos, muestras de papel transparente o papel gelatina, muy raros en el uso. Pero sobre todo, muestra lo esencial que fue el dibjuo preparatorio para el grabador, ya que sin él no se podía grabar", ha concluido Ana Hernández Pugh, responsable del catálogo razonado de los dibujos Manuel Salvador Carmona.