BRUSELAS (AP) — El Pentágono lo llama FrankenSAM: es un proyecto que junta armas de defensa aérea para Ucrania tomando partes de todo el mundo.
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Ahora que la parálisis del Congreso estadounidense demora los fondos para la guerra en Ucrania, el proyecto tipo Frankenstein para armar misiles tierra-aire se ha convertido en un medio vital y confiable para llevar armas funcionales al campo de batalla en forma inmediata. La entrega rápida de los sistemas es vital para que Ucrania se defienda de los ataques aéreos rusos y avance todo lo posible antes de que el clima invernal frene a las tropas.
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Un alto funcionario de la defensa estadounidense dijo el jueves que se ha podido improvisar y construir un nuevo lanzador de misiles a partir de radares y otras partes aportadas por aliados y socios. El sistema podrá lanzar misiles AIM-9M Sidewinder, que Estados Unidos dijo enviará a Ucrania en el paquete de ayuda más reciente.
Al mismo tiempo, ingenieros estadounidenses y ucranianos han modificado un lanzador soviético Buk de defensa aérea para que pueda disparar misiles RIM-7, que Estados Unidos posee en gran cantidad. Ucrania tiene una cantidad de sistemas Buk, pero los misiles empezaban a escasear.
Los dos sistemas, dijo el funcionario, irán a Ucrania en las próximas semanas para afrontar necesidades críticas de defensa antiaérea en la lucha para recuperar territorio tomado por los rusos y consolidar su posición en el campo de batalla al llegar la estación del barro que precede al congelamiento invernal.
El funcionario habló bajo la condición de anonimato al actualizar la información en el campo de batalla.
Las innovaciones han permitido a Estados Unidos seguir enviando armas a Ucrania a pesar de que el Congreso no ha aprobado nuevos fondos. Un contingente de legisladores republicanos, pequeño pero ruidoso, se opone a gastar dinero en la lucha contra Rusia y obligó a eliminar ese rubro de una medida temporaria que impidió el cierre del gobierno el 1 de octubre.
El Pentágono aún dispone de 5.400 millones de dólares que puede utilizar para enviar armas a Ucrania, y prevé que esos fondos durarán varios meses. Pero le quedan apenas 1.600 millones de dólares para reabastecer sus propios arsenales, y existe el temor de que se agoten esos fondos.