WASHINGTON (AP) — El ataque de Hamas contra Israel ha dejado al presidente Joe Biden en medio de una enorme crisis internacional con el riesgo de expandirse y bajo críticas de los republicanos de que las políticas de su administración han llevado a esta disyuntiva.
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La posibilidad de que el conflicto se prolongue y se expanda pondría a prueba el liderazgo de Biden tanto en el escenario nacional como internacional, teniendo que demostrar apoyo inquebrantable a Israel y al mismo tiempo la capacidad de forjar una paz en el Medio Oriente, donde simpatizantes de Hamas rápida y vocalmente respaldaron la acción. Cientos de personas en ambas bandos han muerto, y Estados Unidos trata de determinar si hay ciudadanos suyos entre las víctimas.
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El grupo libanés Hezbollah aplaudió el ataque, calificándolo de respuesta a “los crímenes israelíes”. El grupo libanés, que al igual que Hamas está dedicado a la destrucción de Israel, disparó cohetes y artillería contra posiciones israelíes, provocando respuesta de drones israelíes. Un asesor del líder supremo iraní alabó la acción de Hamas.
Varios de los precandidatos republicanos inmediatamente trataron de culpar a Biden por la situación, en particular por su reciente decisión de liberar 6.000 millones de dólares en fondos iraníes congelados a cambio de la libertad de cinco estadounidenses. La Casa Blanca férreamente rechazó las acusaciones republicanas, señalando que el dinero iraní no ha sido usado por Irán todavía y en todo caso solo puede ser usado para fines humanitarios.
Históricamente, Irán ha tenido fuertes lazos con Hamas y Hezbollah.
“Hamas no existiría como existe hoy si no fuese por el apoyo que ha recibido de Irán a lo largo de los años”, declaró el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken en una entrevista televisada el domingo, pero reconoció que “no hemos visto evidencia de que Irán dirigió o estaba detrás de este ataque en particular”.
En declaraciones a reporteros en la Casa Blanca el sábado, Biden calificó los ataques de “inexcusables” y prometió que Israel “tendrá lo que necesite para defenderse”.
“Déjenme decir esto de la manera más clara posible: Este no es el momento para que ningún actor hostil a Israel explote estos ataques para su beneficio”, declaró Biden.
El ataque complica la situación de la administración Biden en momentos en que Estados Unidos está en una creciente disputa con Irán sobre el programa nuclear iraní. Irán asevera que el programa es solo para usos pacíficos pero su enriquecimiento de uranio ahora se acerca más que nunca a fines bélicos. Aun así, Washington no ha perdido esperanzas de revivir el pacto logrado bajo la presidencia de Barack Obama — y abandonado durante la presidencia de Donald Trump — que levantó algunas sanciones contra Irán a cambio de límites al programa nuclear iraní.
Funcionarios estadounidenses al mismo tiempo han estado tratando de forjar un acuerdo de normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudí, algo que podría reacomodar el balance de poderes de la región e impulsar el status de Israel de maneras históricas.
Pero tal acuerdo desde ya se veía difícil ya que Arabia Saudí exigía que Israel realice amplias concesiones a los palestinos. El nuevo conflicto coloca grandes obstáculos a ese acuerdo.
“No es sorpresa que quienes se oponen a los esfuerzos de normalizar relaciones entre Arabia Saudí e Israel y, en términos más generales, normalizar las relaciones entre Israel con países de la región y más allá y, ¿quiénes se oponen? Hezbollah, Hamas e Irán”, dijo Blinken. “Así que en sentido de que esto fue diseñado para descarrilar esos esfuerzos, esto es muy revelador”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí no condenó el ataque de Hamas, pero destacó que el reino ha hecho “repetidas advertencias sobre los peligros … de la situación como resultado de la ocupación continua, la privación de los derechos legítimos del pueblo palestino y la repetición de las provocaciones sistemáticas contra sus lugares sagrados”.
Jonathan Schanzer, analista de la Fundación de Defensa de las Democracias, un instituto académico basado en Washington, dijo que Biden “hizo un buen trabajo” al mantener a raya a los críticos de Israel – particularmente sus correligionarios demócratas – durante el último conflicto con Hamas en el 2021. Pero probablemente ello será más difícil ahora.
“Habrá errores en el campo de batalla, pues ningún ejército es perfecto. Allí es cuando, creo yo, el presidente será criticado por los sectores de izquierda”, dijo Schanzer.
Algunos de los republicanos aspirantes a la candidatura presidencial de su partido para las elecciones del 2024 no perdieron tiempo en culpar a Biden.
El expresidente Donald Trump acusó que el gobierno de Biden es visto como “débil e ineficaz” en el ámbito internacional y que eso animó a Hamas. El gobernador de Florida Ron DeSantis acusó a Biden de “políticas que han sido demasiado indulgentes con Irán” y que “han ayudado a Irán a llenarse de dinero”. Y el senador por Carolina del Sur Tim Scott dijo que el ataque refleja que Irán está usando “el rescate de 6.000 millones de dólares”, en referencia al acuerdo de intercambio de prisioneros.
El gobierno de Biden rechazó las acusaciones.
“Algunos de los que están proponiendo esta narrativa falsa, o están desinformados o están desinformando, y cualquiera de las dos, están equivocados”, expresó Blinken, afirmando que es “sumamente lamentable que hay algunos que están jugando a la política cuando se han perdido tantas vidas e Israel sigue estando bajo ataque”.
Preguntado sobre la posibilidad de que Irán, anticipando el uso del dinero —ahora retenido en bancos qataríes— para alimentos, medicinas, equipos médicos y productos agrícolas, pudo haber desviado otros fondos a Hamas u otras milicias aliadas, Blinken reiteró que ese dinero está disponible para Irán según la ley, para fines humanitarios. Pedro dijo también que Irán “desafortunadamente siempre ha usado dinero para financiar el terrorismo, para financiar grupos como Hamas”.
En una sesión con la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado el sábado, funcionarios estadounidenses dijeron que Estados Unidos le advirtió a Irán “mediante intermediarios” que un involucramiento directo en la situación en Gaza pondría en peligro cualquier iniciativa futura con la República Islámica, según una fuente legislativa.
Los funcionarios no dieron detalles sobre quiénes eran esos intermediarios y cuáles serían esas futuras iniciativas, pero la subsecretaria de Estado Victoria Nuland y la máxima diplomática norteamericana en el Medio Oriente, Barbara Leaf, hablaron ambas con funcionarios libaneses sobre la situación. Algunos funcionarios libaneses mantienen contacto con Irán, que apoya a Hezbollah.
Hamas tomó como rehenes a un grupo no determinado de soldados y civiles israelíes, en imágenes espeluznantes colocadas en las redes sociales. Las imágenes y el saldo de muertes ocurren exactamente 50 años y un día después del ataque sorpresa de Egipto y Siria contra Israel, en lo que se llegó a llamar la Guerra de Yom Kipur.
Los funcionarios estadounidenses rechazaron las acusaciones.
“Seamos claros: El acuerdo para traer a casa a ciudadanos estadounidenses que estaban en Irán no tiene nada que ver con el horroroso ataque contra Israel”, declaró el portavoz del Departamento de Estado Matthew Miller. “Ni un centavo de ese dinero ha sido gastado, y en todo caso, solo puede ser gastado para necesidades humanitarias como alimentos y medicinas”.
Los republicanos también denuncian que la decisión del gobierno de Biden de anular la medida de Trump de acabar con la asistencia a los palestinos, inclusive los que viven en Gaza, pudo haber ayudado con la planificación del ataque.
Los funcionarios de la administración Biden rechazan esto de plano, afirmando que sus esfuerzos por ayudar a los palestinos en Gaza y otros lugares no involucran fondos que Hamas pueda usar o desviar.
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Contribuyeron a esta nota los corresponsales Seung Min Kim y Jill Colvin en Nueva York y Thomas Beaumont en Waterloo, Iowa.