GRANADA, 6 (EUROPA PRESS)
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El acuerdo contrarreloj que permitió a los Veintisiete anunciar a mitad de semana que lograban desbloquear las negociaciones del Pacto de Migración y Asilo, al definir sus líneas rojas sobre el mecanismo de gestión de crisis ha rebajado en parte la presión sobre la cumbre informal en Granada porque el pulso entre Italia y Alemania en ese punto amenazaba con tensar la cita. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el canciller alemán, Olaf Scholz, de hecho, se verán en bilateral este mismo viernes.
Así las cosas, la agenda prevé una discusión sobre la dimensión exterior de la migración que, en principio, aúna un amplio consenso respecto a la necesidad de reforzar el control de las fronteras y favorecer la cooperación con países de origen y tránsito para que corten las salidas irregulares.
La unanimidad necesaria para adoptar a nivel de líderes cualquier declaración y el rechazo permanente a las cuestiones migratorias por parte de Hungría y Polonia, que reclaman que las decisiones en esta materia se decidan por consenso y no por la mayoría cualificada que ahora permite salvar bloqueos por grupos reducidos de socios, complican según distintas fuentes las negociaciones sobre la declaración final.
La discusión migratoria ya se coló la víspera en los márgenes de la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) en donde el primer ministro británico, Rishi Sunak, y Meloni, han logrado convocar un cónclave en formato reducido y centrado en el control migratorio al que también han acudido los mandatarios de Francia, Emmanuel Macron; Países Bajos, Mark Rutte, y de Albania, Edi Rama, así como la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.
REFORMAR LA UE ANTES DE AMPLIARLA
En todo caso, la migración volverá a estar en la agenda de la cumbre formal de los 27 a finales de mes en Bruselas por lo que no se espera un debate de fondo este viernes, día en que los jefes de Estado y de Gobierno abordarán por primera vez al máximo nivel político las dudas sobre cómo debe prepararse la Unión Europea en su interno antes de abrir la puerta a nuevas adhesiones.
El objetivo es que de Granada surja el inicio de una reflexión cuyo punto de partida es la coincidencia de los líderes respecto a que lo que hará "más fuerte y próspero" a la Unión Europea es la continuación de un "proyecto de paz" pero dejando claro que para ello el bloque "necesita reformas", según fuentes europeas.
Los gobiernos europeos difieren respecto a los ritmos y si el debate sobre los cambios internos en cuestiones como la toma de decisiones o aspectos presupuestarios deben estar resueltos antes de decidir sobre la entrada más países al club comunitario o deben darse pasos para la adhesión de candidatos sin esperar.