MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
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Investigadores de la Universidad de Southampton y la Universidad de Shantou, junto con colegas de Jordania, Australia y la República Checa, han demostrado la existencia de un "corredor bien irrigado" que condujo a los cazadores-recolectores a través de Levante hacia Asia occidental y el norte de Arabia por Jordania. Sus hallazgos corroboran investigaciones anteriores llevadas a cabo en Arabia, según las cuales esta entonces ruta verde era la preferida por los Homo sapiens viajeros que se dirigían al norte.
Los humanos "modernos" evolucionaron en África hace entre 300.000 y 200.000 años y se dispersaron fuera del continente en varias etapas. Se cree que a lo largo de decenas de miles de años poblaron Asia y luego Europa.
Para esta última investigación, publicada en Science Advances, el equipo realizó un trabajo de campo en el valle del Rift jordano, donde descubrió herramientas de mano, conocidas como "lascas", en el borde de los wadis, canales fluviales ahora secos que, hace decenas de miles de años, estaban llenos de agua. Los científicos utilizaron técnicas de datación por luminiscencia para determinar la edad del sedimento en el que estaban enterradas las herramientas. Este método calcula el tiempo transcurrido desde la última exposición del sedimento a la luz.
Los resultados mostraron que es probable que las herramientas se utilizaran hace unos 84.000 años, se abandonaran en las orillas de las ramblas y quedaran enterradas con el paso del tiempo.
Paul Carling, catedrático de Geomorfología de la Universidad de Southampton, señala que, "durante mucho tiempo se ha pensado que, cuando el nivel del mar era bajo, los humanos utilizaban una travesía meridional, a través del Mar Rojo desde el cuerno de África, para llegar al suroeste de Arabia. Sin embargo, nuestro estudio confirma que existía un paso trillado hacia el norte, a través de la única ruta terrestre de África a Eurasia".
"Las pruebas que acabamos de publicar son una pieza clave del rompecabezas que demuestra que los humanos migraron por una ruta septentrional, utilizando pequeñas zonas húmedas como base mientras cazaban abundante fauna en las praderas más secas --destaca--. Aunque estudios anteriores habían buscado grandes lagos como posibles abrevaderos, en realidad los pequeños humedales eran muy importantes como puntos de parada durante la migración".
El doctor Mahmoud Abbas, autor principal del estudio, de la Universidad de Shantou (China), añade que "el Levante actuó como corredor bien regado para que los humanos modernos se dispersaran fuera de África durante el último interglaciar, y ahora hemos demostrado que éste es el caso de la zona del valle del Rift jordano".
"Las pruebas paleohidrológicas del desierto de Jordania mejoran nuestra comprensión del entorno medioambiental de aquella época --prosigue--. En lugar de un desierto seco, los pastizales de la sabana habrían proporcionado los recursos tan necesarios para que los humanos sobrevivieran durante su viaje fuera de África y hacia el suroeste de Asia y más allá".
Los investigadores afirman que su estudio demuestra la íntima relación existente entre el cambio climático, la supervivencia humana y las migraciones.