MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
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La Casa Blanca ha dejado entrever durante las últimas semanas sus planes de acogida para el año próximo. A grandes rasgos, mantendrá el techo actual de 125.000 refugiados aunque anticipa cierta reducción en las admisiones procedentes de Europa y Asia para potenciar en cambio las llegadas de Latinoamérica.
México procesará los trámites de cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos que ya se encuentren en el país y cumplan los requisitos para la designación llamada P2, que se aplica a "grupos de especial preocupación designados por el Departamento de Estado como que tienen acceso al programa en virtud de sus circunstancias".
El proceso de admisión de refugiados en Estados Unidos es muy arduo y tarda años en completarse. De hecho, Estados Unidos solo ha admitido 51.231 refugiados este año, según los últimos datos federales. Aunque esta cifra queda muy lejos del techo máximo de 125.000, la Administración Biden recuerda que las admisiones se han duplicado respecto al año fiscal 2022.
Con todo, ACNUR entiende que "Estados Unidos ha logrado avances significativos en la extensión de la solución vital del reasentamiento a más refugiados en situaciones vulnerables" y declara que "seguirá apoyando al gobierno de Estados Unidos, a las organizaciones de la sociedad civil y a los refugiados para que el programa sea un éxito el próximo año".