Vaqueros y vaqueras de Dakota del Sur arrearon a una manada de más de 1.500 bisontes el viernes como parte de una labor anual para mantener la salud de la especie, que se ha recuperado tras haber estado cerca de la extinción.
Visitantes de todas partes del mundo aplaudieron detrás de la cerca de alambre mientras los jinetes a caballo perseguían a los estruendosos y lanudos gigantes por las colinas y praderas del Parque Estatal Custer. Los bisontes y sus crías se detenían de vez en cuando para pastar en la hierba amarillenta y revolcarse por el suelo, levantando nubes de polvo con sus afiladas pezuñas.
“¿Cuántas veces puedes estar tan cerca de una manada de búfalos?”, dijo Kevin Robling, secretario de Caza, Pesca y Parques de Dakota del Sur, quien se encontraba entre los 50 jinetes que arreaban a los animales. “Escuchas los gruñidos y gemidos y ves a las crías venir y correr junto a sus madres”.
Cada año, el Parque Estatal Custer lleva a cabo uno de los pocos arreos de búfalos en el país para verificar la salud de los bisontes y vacunar a las crías, dijo el superintendente del parque, Matt Snyder.
Hasta 60 millones de bisontes, a veces llamados búfalos en Estados Unidos, deambulaban antaño por Norteamérica, formando grandes manadas que eran fundamentales para la cultura y la supervivencia de numerosos grupos de indígenas.
Hace más de un siglo quedaron al borde de la extinción, cuando cazadores, soldados estadounidenses y turistas los mataron por miles para alimentar un creciente mercado comercial que utilizaba partes de bisonte en maquinaria, fertilizantes y ropa. Como el bisonte además era esencial para los pueblos amerindios, el gobierno estadounidense también animó a los cazadores a matar a los animales como forma de obligar a las tribus a abandonar sus tierras natales y trasladarse a reservas. Para 1889 ya sólo quedaban unos pocos cientos de bisontes.
“Ahora, después de más de un siglo de labores de conservación, hay más de 500.000 bisontes en Estados Unidos”, dijo la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, quien participó en el arreo. “La manada de bisontes del Parque Estatal Custer ha contribuido enormemente a esas labores".
La manada del parque comenzó con 36 animales comprados en 1914. Un ecologista estatal calcula que el parque puede mantener en la actualidad unos 1.000 bisontes, basándose en cómo afectaron las condiciones de nieve y lluvia a las praderas el año pasado, de acuerdo con Snyder.
Los aproximadamente 500 ejemplares restantes serán subastados y, a lo largo de la próxima semana, los funcionarios decidirán qué bisontes se quedarán y cuáles se irán. Cada año nacen en el parque unas 400 crías.
“Cada año vendemos algunos de estos bisontes para entremezclar su genética con la de otros rebaños y mejorar así la salud de la población de la especie en todo el país”, declaró Noem.