El presidente ruso Vladímir Putin ha ordenado a uno de los altos mandos del contratista militar Grupo Wagner que se haga cargo de las “unidades de voluntarios” que combaten en Ucrania, lo que indica el esfuerzo del Kremlin por seguir utilizando a los mercenarios tras la muerte de su jefe, Yevgeny Prigozhin.
PUBLICIDAD
En declaraciones difundidas el viernes por el Kremlin, Putin dijo a Andrei Troshev que su tarea consiste en “ocuparse de la formación de unidades de voluntarios que puedan realizar diversas tareas de combate, principalmente en la zona de la operación militar especial”, término que Moscú utiliza para referirse a su guerra en Ucrania.
PUBLICIDAD
Los combatientes de Wagner no han tenido un papel significativo en el campo de batalla desde que la compañía de mercenarios capturó la ciudad ucraniana oriental de Bájmut en la batalla más larga y sangrienta de la guerra y luego se retiró para marchar hacia Moscú en una breve insurrección.
Tras el motín abortado a finales de junio, se ha especulado mucho sobre el futuro del grupo de mercenarios que proporcionaba uno de los elementos más capaces de las fuerzas rusas que combaten en Ucrania. Muchos observadores esperaban que se integrara en el Ministerio de Defensa, y los comentarios de Putin parecen confirmar que el proceso está en marcha.
Desde la muerte de Prigozhin, las tropas de Wagner en la vecina Bielorrusia, adonde se habían trasladado tras su motín, han estado al parecer empaquetando y desmantelando sus campamentos.
Troshev es un militar retirado que desempeñó un papel destacado en Wagner desde su creación en 2014 y se enfrentó a sanciones de la Unión Europea por su papel en Siria como director ejecutivo del grupo.
El viceministro de Defensa, Yunus-Bek Yevkurov, estuvo presente a última hora del jueves en la reunión de Putin con Troshev, una señal de que los mercenarios de Wagner probablemente servirán bajo el mando del Ministerio de Defensa. En una conferencia telefónica con periodistas el viernes, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, confirmó que Troshev trabaja ahora para el Ministerio de Defensa y remitió a los militares las preguntas sobre el posible regreso de Wagner a Ucrania.
La reunión parecía reflejar el plan del Kremlin de volver a desplegar a algunos mercenarios de Wagner en el frente de Ucrania tras su breve motín y las sospechosas muertes de Prigozhin y de la cúpula del grupo en un accidente aéreo el 23 de agosto. El ejército privado, que llegó a contar con decenas de miles de soldados, es un bien preciado que el Kremlin quiere explotar.