BRUSELAS, 29 (EUROPA PRESS)
"Se está produciendo un éxodo masivo de armenios de Karabaj como consecuencia de la operación militar de Azerbaiyán de los días 19 y 20 de septiembre y del bloqueo del corredor de Lachín durante los meses anteriores. La gente huye de sus hogares y busca refugio en Armenia", ha indicado un portavoz del Servicio de Acción Exterior que dirige Josep Borrell ante la salida de casi 85.000 personas, dos tercios de los habitantes de Nagorno Karabaj, tras la toma del control de la zona por parte del Ejército azerí.
En este sentido, el comunicado de la diplomacia europea ha señalado como "esencial" que una misión de la ONU pueda acceder al territorio "en los próximos días" y ha pedido el acceso humanitario a la zona para poder atender las necesidades de las personas desplazadas y de las que deciden quedarse en la región separatista.
"Azerbaiyán tiene la responsabilidad de garantizar los derechos y la seguridad de los armenios de Karabaj, incluido su derecho a vivir en sus hogares con dignidad, sin intimidación ni discriminación, así como el derecho al retorno de los desplazados", ha recalcado.
La UE ha destacado el trabajo del Comité Internacional de la Cruz Roja para facilitar la "evacuación urgente" de personas heridas y de enfermos, con la puesta en marcha de una asistencia de emergencia en el terreno que cuenta con el apoyo del bloque.
Igualmente, los Veintisiete toman nota de proceso lanzado por las autoridades azeríes para registrar a residentes armenios y recalcan que "continuará siguiendo de cerca la evolución de la situación sobre el terreno". Bakú ha manifestado en todo momento que su intención es que estas personas puedan permanecer en sus hogares y ha prometido respetar sus derechos, si bien Ereván se ha mostrado escéptico sobre estos compromisos y decenas de miles de personas han optado por abandonar la zona.
Nagorno Karabaj es un territorio de unos 4.400 kilómetros cuadrados en el Cáucaso Sur recuperado por Azerbaiyán en una ofensiva militar de apenas 24 horas iniciada el pasado 19 de septiembre, tras las guerras entre 1988 y 1994 y la de 2020. Hasta entonces la zona, de mayoría armenia, había estado más de tres décadas bajo control de fuerzas proarmenias pese a que la comunidad internacional reconocía la región como de soberanía azerí.