El portavoz del Frente Oriental de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Ilia Yevlash, ha asegurado que la renovada presencia de los mercenarios del Grupo Wagner en las zonas ocupadas del este del país sirve también como un elemento de intimidación y disuasión de todos aquellos rusos que se han movilizado contra el Kremlin.
Yevlash ha señalado que su presencia responde no solo a la necesidad de ocupar puestos de relevancia dentro de las tropas rusas, como los de instructor e incluso de mando, sino también a su papel como “espantapájaros”, puesto que “son conocidos por sus operaciones punitivas” contra aquellos que luchan del bando ucraniano.
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“Quizás sea un elemento para disuadir a las turbas y desviar la atención de los fracasos en Klishchivka”, ha dicho Yevlash, en referencia a una de las localidades fronterizas en las que grupos paramilitares ultranacionalistas y opositores al Kremlin han desplegado operaciones, en declaraciones a la televisión ucraniana.
El portavoz, ya más en línea con la rectificación dada en la víspera por el asesor de la Presidencia, Mijailo Posoliak, ha matizado que esta presencia son casos aislados, ya que la “leyenda de Wagner” fue destruida por la Fuerzas Armadas ucranianas, así como por la muerte de su líder, Yevgueni Prigozhin.
Un día antes, Yevlash alertó de que unos 500 mercenarios del Grupo Wagner se habían desplegado por las regiones ocupadas del este de Ucrania, dejando atrás los campamentos en los que se encontraban en Bielorrusia, como parte del acuerdo entre Minsk y Moscú para no unir a quienes siguieron la fallida rebelión de Prigozhin.