Los Dolphins coquetearon con la historia durante su aplastante exhibición ofensiva de la semana pasada. Eso no fue suficiente para convencer a las casas de apuestas de cara a su visita a Buffalo el próximo domingo.
Los 70 puntos, las 726 yardas totales, los 10 touchdowns desde la línea de golpeo y los dos jugadores con al menos 4 anotaciones en un partido solo le valieron a Miami (3-0) para abrir abajo en las apuestas por 2,5 puntos. Es que, con todo respeto, el domingo no tendrán enfrente a los Broncos.
Los Bills (2-1), después de todo, también tienen mucho que presumir. Han rebasado las 380 yardas totales en cada uno de sus últimos dos compromisos, no han permitido más de 290 en toda la temporada y han robado ocho balones en las más recientes dos semanas. Mantener esa tendencia el domingo les facilitaría el camino hacia su décima victoria en los últimos 11 encuentros ante Miami, incluido el partido en la ronda de comodines de la temporada pasada.
Buffalo tiene un récord de 25-6 en casa desde 2020, el mejor en toda la NFL. Tienen en Josh Allen a un quarterback que tiene registro en su carrera de 9-2 ante Miami, incluidos los playoffs. Y, en general tienen al equipo más balanceado de la liga, segundo en puntos permitidos y anotados.
El único problema es que el domingo llega a Buffalo el equipo que encabeza prácticamente todas las categorías ofensivas. Los 130 puntos de los Dolphins son la mayor cantidad para un conjunto luego de tres partidos en más de medio siglo, mientras que el ataque al comando del quarterback Tua Tagovailoa ha acumulado 1.651 yardas, algo nunca antes visto luego de apenas tres compromisos.
Pero, por impresionantes que sean todas estas estadísticas, ninguna de las semanas anteriores les ayudará el domingo en Buffalo, donde Miami busca ratificar su inicio de temporada o arriesgarse a ceder el liderato divisional.
“Tenemos que derrotar a esos tipos”, declaró Tagovailoa. “Así es como lo veo. No creo que haya otra forma de verlo. Son el siguiente equipo en el calendario y así es como lo vemos todos. No nos preocupa nadie más esta semana excepto los Bills”.
BROWNS (2-1) en BALTIMORE (2-1)
Las coincidencias entre estos dos equipos van más allá de la infame mudanza de los viejos Browns a Baltimore en 1995 y el regreso de un equipo a Cleveland cuatro años más tarde.
Ahora, más de dos décadas después del nacimiento de una enconada rivalidad, ambos conjuntos tienen en común la pérdida de sus respectivos running backs titulares por el resto de la campaña, un inusual descuido del balón, dos ataques que siguen sin entrar en ritmo a pesar de sus adquisiciones recientes, y sendas defensivas capaces de sacar a cualquier equipo de apuros.
Dos serios contendientes por el cetro del Norte de la AFC se enfrentan el domingo en Baltimore. Y si bien el juego no necesariamente será espectacular, sin duda promete ser intenso.
La defensiva de los Browns ha sido simplemente dominante. Ha permitido 142 yardas o menos en dos de sus tres partidos en la temporada y, de hecho, encabeza la liga en puntos admitidos (10,7 por encuentro), yardas concedidas (163,7 por partido) y apenas ha permitido a sus rivales dos viajes a las últimas 20 yardas, ambos infructuosos.
Baltimore, ganador de 35 de los 48 partidos de la serie, busca reencontrar el camino del triunfo luego de un inusual partido plagado de errores en la derrota ante Indianápolis la semana pasada. Descifrar el acertijo defensivo de los Browns es la máxima prioridad y la respuesta podría estar donde suelen estar todas las respuestas de los Ravens, en el quarterback Lamar Jackson y un ataque terrestre por comité que ya suma seis touchdowns esta temporada.
A pesar de que el equipo local ha ganado los últimos cuatro partidos de la serie, los Browns buscan lo que sería ya su segundo triunfo — o su segunda derrota — dentro de la división, el primer criterio de desempate rumbo a postemporada. Si bien apenas es la semana cuatro, cuando se trata de la División Norte, toda ventaja es bienvenida.
BUCCANEERS (2-1) en NUEVA ORLEÁNS (2-1)
Cuando se trata de drama, nadie lo ha hecho mejor que los Saints en este inicio de temporada. O mejor dicho, nadie lo ha hecho con más frecuencia.
Las dos victorias de Nueva Orleáns han sido por un total de cuatro unidades y su única derrota llegó la semana pasada, 18-17 ante Green Bay, en un partido en el que el pateador Blake Grupe falló un intento de gol de campo de 46 yardas con 68 segundos por jugar.
Ahora, además del drama, Nueva Orleáns lleva a un duelo por la cima del Sur de la NFC, un sentido de urgencia ante la ausencia del quarterback titular Derek Carr, por lo que será responsabilidad de Jameis Winston enfrentarse a la feroz defensiva de Tampa Bay.
Winston, un quarterback históricamente propenso a las intercepciones, tendrá enfrente a una unidad que ya ha robado cinco pases esta campaña. Pero si de defensivas se trata, la de Nueva Orleans no ha admitido más de 18 puntos en un encuentro esta temporada y que, con ocho capturas en lo que va del año, promete ponerle presión al pasador Baker Mayfield y mantener fuera de alcance a su mejor receptor, Mike Evans.
EL RESTO
La Semana 4 inició el jueves, cuando los Lions de Detroit derrotaron 34-20 a los Packers de Green Bay. David Montgomery corrió para 121 yardas y dos anotaciones por los Lions (3-1), que son líderes de la División Norte de la Conferencia Nacional.
Detroit superó por cuarta ocasión consecutiva a Green Bay (2-2).,
La acción continúa el domingo a primera hora con los Jaguars (1-2) en su peregrinaje anual a Inglaterra para “recibir” a los Falcons (2-1). Jacksonville, tiene marca de 4-5 en sus nueve viajes a territorio británico y permanecerá en Londres para un segundo partido la siguiente semana.
Más tarde: Vikings (0-3) en Carolina (0-3); Broncos (0-3) en Chicago (0-3); Steelers (2-1) en Houston (1-2); Bengals (1-2) en Tennessee (1-2); Rams (1-2) en Indianápolis (2-1); Commanders (2-1) en Filadelfia (2-1); Raiders (1-2) en L.A. Chargers (1-2); Patriots (1-2) en Dallas (2-1); Cardinals (1-2) en San Francisco (3-0); y Chiefs (2-1) en NY Jets (1-2).
La jornada concluye el lunes por la noche con la visita de los Seahawks (2-1) a casa de unos Giants (1-2) que se encuentran entre los últimos tres equipos de la liga en puntos anotados y recibidos. Seattle ha anotado 37 puntos en cada uno de sus últimos dos partidos.