SANTIAGO (AP) — El volcán chileno Villarrica, que está con un nivel de alerta naranja desde hace tres días, exhibió el martes nuevas señales de inestabilidad con una fumarola y expulsión de cenizas. Los expertos no descartan la ocurrencia de erupciones, informó el Servicio Nacional de Geología y Minería.
El Villarrica es uno de los macizos con mayor registro histórico de erupciones en Sudamérica y el de mayor riesgo en Chile. La última erupción de volcán Villarrica, situado a 760 kilómetros al sur de Santiago, la capital, fue en 2015.
Las autoridades decidieron mantener la alerta técnica naranja y el área de exclusión en torno al volcán en ocho kilómetros, informó el delegado presidencial, José Montalva.
El siguiente nivel de alerta sería el rojo y se declara cuando una erupción es inminente.
El último informe de Servicio de Geología señaló que existe “una alta probabilidad” de que el Villarrica expulse fragmentos sólidos de material volcánico en torno al centro del cráter y no descartó la aparición de flujos de lava o avalanchas en un radio estimado de ocho kilómetros en torno al cráter.
El análisis concluye que, aunque se observa “una ligera tendencia” a la disminución de la energía sísmica, el volcán sigue con un comportamiento oscilatorio e inestable y que, potencialmente, puede aumentar nuevamente su energía interna “generando eventos explosivos”.
El Villarrica, de 2.847 metros de altura, es uno de los volcanes que se encuentra en actividad permanente.
En su última erupción, hace ocho años, provocó una masiva evacuación de población pero no hubo víctimas, a diferencia de la ocurrida en 1949, que mató a 23 personas y dejó 31 desaparecidos.
Chile cuenta con una de las cadenas volcánicas más importantes de la Tierra y en su territorio se contabilizan más de 2.000 volcanes, de los que 90 son considerados potencialmente peligrosos. Las autoridades monitorean de manera constante 45 de ellos.