MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
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Así lo habría reafirmado la entidad en la última reunión de política monetaria, celebrada el pasado 5 de septiembre y en la que se recortaron los tipos en 75 puntos básicos, hasta el 9,5%, tal y como se desprende del acta de dicho encuentro.
Esto significa que a finales de año, la tasa de política monetaria se ubicaría entre el 7,75% y el 8%, como parte de un proceso en el que se tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicaciones para la trayectoria de la inflación. Estos aspectos marcarán la magnitud y temporalidad de los recortes.
Aunque la idea central es continuar con las reducciones de 75 puntos básicos, en la última reunión también se contempló la posibilidad de proceder a recortes de 50 o 100 puntos básicos, siendo ambas decisiones "coherentes".
En concreto, podría darse una reducción menor si se percibe un escenario de mayor persistencia inflacionaria o una actividad más acelerada. Por el contrario, si se apunta a un escenario de menores presiones inflacionarias, causadas por factores internos o externos, se daría un mayor ritmo al ciclo de descenso.
Por el momento, atendiendo al análisis del banco central, la economía chilena está resolviendo los desequilibrios macroeconómicos de trimestres previos y la inflación se está reduciendo, incluso algo más rápido que lo previsto en el caso del IPC subyacente.
Además, en materia de riesgos, se habría dado el cambio "más relevante", ya que ha caído la probabilidad de un escenario de desviaciones macroeconómicas.