MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
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El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, ha afirmado que "parece que por primera vez" el proceso de conversaciones para una posible normalización de las relaciones con Israel "es serio" y ha destacado que "está cada día más cerca", si bien Riad ha exigido como paso previo un acuerdo al conflicto palestino-israelí.
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"Cada día estamos más cerca. Parece que por primera vez es realmente serio", ha dicho Bin Salmán en una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense Fox New. "Tenemos que ver cómo avanza", ha indicado, antes de subrayar que el acuerdo sería "el más importante a nivel histórico desde el fin de la Guerra Fría".
Así, ha manifestado que las recientes informaciones sobre una pausa en las negociaciones con Israel a causa del repunte de la violencia y las acciones de Israel en Cisjordania, especialmente relativas a la expansión de asentamientos y las operaciones de seguridad, "no son ciertas".
"Si logramos avances a la hora de lograr un acuerdo que satisfaga las necesidades de los palestinos y calme la región, vamos a trabajar con quien esté allí", ha recalcado, al tiempo que ha reiterado que quiere que este pacto derive en "una buena vida para los palestinos".
Hasta la fecha, las autoridades saudíes han rechazado normalizar las relaciones con Israel si no hay previamente un acuerdo entre israelíes y palestinos que incluya la creación de un Estado palestino en las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como capital.
Por otra parte, ha recalcado que, si Irán se hace con armas nucleares, Arabia Saudí "tendría que tenerlas, por motivos de seguridad y equilibrio de poder". "Nos preocupa que cualquier país se haga con armas nucleares. Es una mala decisión. No se necesitan armas nucleares, porque no pueden usarse", ha argumentado.
"Cualquier país que use un arma nuclear estaría en guerra con el resto del mundo. El mundo no puede ver otro Hiroshima", ha resaltado Bin Salmán, que ha sostenido que no es lógico "hacer estos esfuerzos para lograr armas nucleares que no se pueden usar y que, si se usan, te meten en una gran pelea con el resto del mundo".
Arabia Saudí e Irán firmaron en marzo un acuerdo para restablecer sus relaciones bilaterales, alcanzado con la mediación de China, tras la ruptura de lazos a raíz del ataque a la Embajada en Teherán y al Consulado de Mashhad durante las protestas por la ejecución del religioso chií Nimr al Nimr en Arabia Saudí.
Asimismo están enzarzados indirectamente a través de la guerra de Yemen, donde Riad respalda al Gobierno yemení mientras que Teherán hace lo propio con la insurgencia huthi, si bien el acuerdo de marzo ha permitido a las partes acercar posturas, incluida la reciente visita a Riad de una delegación de los huthis para abordar el proceso de paz.
EL ASESINATO DE JASHOGI
En otro orden de cosas, ha descrito como "un error" el asesinato y descuartizamiento en 2018 del periodista Yamal Jashogi en el interior del consulado saudí en la ciudad turca de Estambul y ha manifestado que ha trabajado desde entonces para reformar el sistema de seguridad del país.
"Tomamos todas las medidas legales que cualquier país tomaría. El caso fue cerrado", ha manifestado, antes de argumentar que las autoridades "intentan reformar el sistema de seguridad para garantizar que este tipo de errores no se repiten". "Hemos visto que durante los últimos cinco años no ha vuelto a pasar. No es algo que Arabia Saudí haga", ha recalcado.
El proceso judicial en Arabia Saudí llegó a su fin el 7 de septiembre de 2020 cuando, tras el proceso de apelaciones, fueron condenadas a penas de cárcel ocho personas por su responsabilidad en el asesinato, reduciendo así la pena de muerte dictada en diciembre de 2019 contra cinco de ellas.
Saud al Qahtani, antiguo asesor de Bin Salmán y uno de los principales sospechosos, fue liberado por falta de pruebas. Asimismo, el 'número dos' de la Inteligencia saudí, Ahmed al Asiri, y el cónsul general de Arabia Saudí en Estambul en el momento del crimen, Mohamed al Otaibi, fueron exonerados.
Jashogi, un periodista crítico con la casa real saudí y que trabajaba para 'The Washington Post', desapareció el 2 de octubre de 2018 tras entrar en el consulado saudí en Estambul para gestionar unos documentos para poder casarse con Cengiz. Allí, fue asesinado y descuartizado, sin que sus restos hayan sido hallados.